«La LGTBI+fobia además de insultos y agresiones físicas que pueden llegar al asesinato, es también la discriminación laboral, el rechazo familiar, el acoso en los centros educativos…»

Con motivo del Día Internacional contra la LGTBIfobia, celebrado este sábado 17 de mayo, la organización asturiana Xega convocó en Gijón una jornada de actividades con el objetivo de visibilizar la lucha del colectivo LGTBIAQ+ y reivindicar una legislación autonómica que garantice sus derechos. La programación incluyó un club de lectura matinal para personas socias, una conferencia sobre feminismo queer a cargo de la autora y activista Gracia Trujillo, y una concentración pública frente al Teatro Jovellanos, donde se leyó un manifiesto que denunció la persistencia de discriminaciones y agresiones en Asturias.
En su intervención, Xega recordó que la comunidad asturiana carece aún de una ley LGTBI+ autonómica, lo que, según recuerdan, deja sin un marco normativo claro a muchas víctimas de discriminación por orientación sexual o identidad de género: “La falta de una legislación concreta hace que muchas personas se sientan desprotegidas y que la impunidad siga presente en algunos casos”. La organización también ha denunciado el aumento de agresiones en la región, destacando que muchas de ellas no se denuncian por miedo o por falta de recursos. Frente a ello, Xega reafirmó su compromiso de ofrecer apoyo jurídico y psicológico a las personas afectadas.

El texto leído en la concentración incidió en que la LGTBIfobia va más allá de la violencia física o verbal, señalando situaciones como la discriminación laboral, el acoso escolar, el sexilio, la exclusión en espacios públicos o el acceso desigual a la vivienda y a servicios sanitarios. «La LGTBI+fobia además de insultos y agresiones físicas que pueden llegar al asesinato, es también la discriminación laboral, el rechazo familiar, el acoso en los centros educativos, en las instituciones, en el sistema sanitario, es el que no nos quieran alquilar un piso, el tener que emigrar del lugar en el que vivimos (el sexilio), el ser uno de los colectivos con más alta tasa de precariedad y con una menor salud mental, el no poder ser nosotres mismes en cada espacio que habitamos, desde la tienda del barrio, la asociación vecinal, las calles, las residencias de mayores o cualquier otro espacio en el que además de ser tenemos derecho a estar, libres y seguras.»
Además, se hizo hincapié en las múltiples discriminaciones que afectan a las personas LGTBIAQ+ en función de otras identidades o circunstancias como ser migrante, racializada, mayor, trans, rural o vivir en situación administrativa irregular.
A veinte años de la aprobación del matrimonio igualitario en España, Xega concluyó su manifiesto con un llamado a las instituciones asturianas a legislar de forma integral para garantizar los derechos del colectivo y erradicar la violencia y los discursos de odio: “La lucha contra la LGTBIfobia no es solo nuestra, sino de toda la sociedad”.