La formación de izquierdas propondrá en el Pleno de septiembre la creación de una mesa de trabajo con los clubes para promocionar su actividad, reforzarla económicamente y optimizar la gestión de instalaciones
Es posible que nunca antes, a lo largo de su tan dilatada como a menudo ignorada historia, el deporte femenino haya gozado en España de la visibilidad de que dispone en el momento presente. Y precisamente los recientes sucesos acometidos en dicho ámbito, tanto el ‘caso Rubiales’ como los no pocos éxitos cosechados por las atletas hispanas en las últimas fechas, han llegado a la formación municipal que integran Izquierda Unida, Más País e Izquierda Asturiana (IU-MP-IAS) a poner sobre la mesa una propuesta: la creación de una mesa de trabajo del Ayuntamiento con los distintos clubes femeninos que existen en la ciudad, a fin tanto de maximizar su proyección, como de mejorar y ampliar los recursos de que disponen. La iniciativa, que en la mañana de este martes ha expuesto la concejala Noelia Ordieres, será llevada al Pleno ordinario de septiembre, fechado para el día 13.
Gijón tiene una carencia clara en el apoyo real al deporte femenino», ha sentenciado la edil, a modo de justificación del paso adelante que su agrupación ha decidido dar, y que, está convencida, ninguna otra fuerza política «tendrá razones para rechazar». Así, la labor de la mesa se desarrollaría a lo largo de tres ejes principales. El primero de ellos sería la promoción de la labor realizada por los clubes en cuestión, con la mirada puesta en acabar con «la desigual visibilidad de los deportes femeninos y sus méritos», que hace que, pese a la evolución vivida, «la sociedad no identifique a las atletas, y las reconozca como referentes». A juicio de Ordieres, una manera de poner fin a semejante tesitura sería impulsar campañas de promoción que, eso sí, no se queden en la esfera gijonesa, sino que se expandan «al ámbito asturiano».
En un segundo plano, la sugerencia de IU-MP-IAS contemplaría paliar «las desigualdades económicas» entre clubes masculinos y femeninos, reforzando el apoyo económico a través de contratos de patrocinio abiertos a colaboraciones público-privadas, que permitirían «implicar a más actores sociales»; sólo así se podría acabar con «las muchas carencias en este sentido» que las atletas denuncian. Finalmente, la tercera línea de actuación sería una optimización de la gestión de las instalaciones deportivas existentes, incluyendo la mejora de su mantenimiento, amén de la construcción, o conclusión de la edificación, de aquellas pendientes. No en vano, hay «una carencia de instalaciones municipales propias, o suficientes adecuadas a las necesidades de los clubes», algo que supone «una clara desventaja».