El primer fin de semana navideño en la ciudad, a pesar de la aparición de fuertes lluvias en la tarde y noche del sábado, se vivió por todo lo alto; jóvenes y pequeños salieron a la calle para ver la iluminación, hacer sus primeras compras o patinar en la pista de hielo

Quedan unas semanas para que llegue oficialmente la Navidad, pero Gijón ya la disfruta. El viernes se puso en marcha con el encendido de la iluminación, la apertura del otrora Mercáu Navidiegu de Xixón (MeNaX), ahora anunciado como Mercado Navideño de Gijón en su último año tal y como lo conocemos, y recibió a sus primeros visitantes Inverland Gijón, el recinto de actividades instalado en el Parque del Tren de la Libertad, el conocido popularmente como Solarón. Tres pilares del ‘Nadal’ gijonés que sacaron a la calle a miles de gijoneses pese a la fuerte lluvia que desvirtuó la tarde y la noche del sábado.
En una Plaza Mayor espectacular se activó el encendido de la iluminación navideña, con récord de elementos, arcos y luces led, un total de 5,3 millones que dan un brillo especial a estas fiestas. El Náutico, El Muro y la calle Corrida fueron los lugares más transitados entre los ciudadanos que se acercaron al centro a ver las novedades de este año, como los tres Reyes Magos que acompañan ahora a la ‘estrellona’ frente a la playa San Lorenzo. Pero también las figuras 3D repartidas por diferentes barrios de la ciudad atrajeron a numerosos curiosos.
Los puestos del mercado de Begoña fue otra parada fija para los paseantes. A la espera de conocer el proyecto que pretende desarrollar el Ayuntamiento para 2026 los comerciantes abrieron sus puestos para recibir a los clientes que adelantan sus compras o no dudan en pegarse un capricho. No faltó el carrusel y la pequeña noria que siempre encanta a los más pequeños.
Éstos, y los más mayores, también tienen un espacio en Inverland Gijón, con su pista de hielo como principal reclamo. Después de 11 meses de espera, los aficionados volvieron a calzarse sus patines, regalando la estampa más navideña. Además, la pista de trineo, el tren navideño, los renos voladores y las colchonetas arrancaron risas y caras de felicidad. Y esto sólo acaba de empezar.