Su inauguración, celebrada este jueves, coincide con el veredicto del llamado ‘caso Pelicot’, que ha conmocionado a las sociedades francesa, europea y mundial, y que se ha saldado con la culpabilidad de los 51 hombres implicados, y la condena de Dominique Pelicot a veinte años de prisión
Tres meses después de que diese comienzo el que ha sido, hasta ayer, uno de los juicios más mediáticos de la historia reciente de Europa en general, y de Francia en particular, los cinco jueces del Tribunal Penal de Aviñón dictaban sentencia, y hacían justicia para con el llamado ‘caso Pelicot‘: todos y cada uno de los 51 hombres implicados en la violación colectiva, previa sumisión química por medio de somníferos, de la ciudadana gala Gisèle Pelicot eran hallados culpables del delito, cometido a lo largo de diez años, y su marido, Dominique Pelicot, era condenado a pasar las próximas dos décadas en prisión. Un veredicto que es, en la práctica, un espaldarazo a la lucha de todo el continente contra la violencia sexual, y que llegaba casi al mismo tiempo que, en España, la ministra de Igualdad, Ana Redondo; el presidente del Principado, Adrián Barbón, y su vicepresidenta y consejera de Igualdad, Gimena Llamedo, inauguraban en Oviedo el nuevo Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales. El mismo que, en lo sucesivo, llevará el nombre, precisamente, de Gisèle Pelicot.
«Pese a los dramáticos números de asesinatos de mujeres por violencia de género, pese al incremento de las denuncias por violencias sexuales, avanzamos gracias a mujeres singulares como Giséle, que ha hecho que la vergüenza cambie de bando», declaró ayer una emocionada Redondo. Avances todos que son «zancadas», logrados «a nivel nacional y global, a pesar del negacionismo machista, de quienes nos quieren devolver a la caverna y a situaciones que entendíamos ya superadas, de que hay fuerzas que pretenden devolvernos a un machismo anacrónico…». En ese sentido, la ministra enfatizó la importancia de Asturias en dicha lucha, dado su carácter pionero al ser la región en la que se abrió, en 2020, el primer Centro de Crisis. Un mérito que ahora se repite al albergar «un centro que va a ser un referente a nivel de España».
De proporcionar datos que sostuviesen tales afirmaciones se encargó Barbón. El presidente del Principado recordó que, desde la entrada en servicio de aquel espacio, hace ya más de cuatro años, ha prestado asistencia a 1.176 personas, de las cuales 801 fueron víctimas de violencia, y el resto, familiares o personas allegadas. Respecto a las víctimas, 534 eran mayores de edad, con edades comprendidas entre los 18 y los 79 años, y una media de 33; otras 162 resultaron ser menores de entre 12 y 17 años, con una media de 15. Más aún, en total se han abierto 696 expedientes a mujeres que cumplían los criterios de intervención. «Son cifras que estremecen. Son cifras que nos han obligado a impulsar esta ampliación. Son cifras que nos preocupan y que deben empujarnos a una reflexión colectiva: es perentorio demoler los cimientos de la violencia estructural que padecen las mujeres y que muestra en las agresiones sexuales su rostro más atroz», manifestó Barbón.
El cierre de la ronda de intervenciones y, por ende, la clausura del acto corrió a cargo de Gimena Llamedo. La vicepresidenta del Gobierno autonómico, y titular del área de Igualdad, insistió en que el de ayer fue «un día muy importante», con la apertura de un centro con el que «Asturias seguirá siendo un referente en la lucha contra la violencia machista». La consejera celebró que la entrada en servicio del mismo coincidiese con la sentencia del bautizado como ‘caso Pelicot’, e indicó que, «al igual que en su día Ana Orantes fue un símbolo para las feministas y la lucha contra la violencia machista, ahora Gisèle Pelicot, una mujer valiente, marca un antes y un después en lograr que la vergüenza cambie de bando».