Con sólo IU a favor de mantener la cruzada por lo que fue «una promesa hecha a los gijoneses», los demás grupos en el Pleno consideran adecuado el equilibrio entre edificabilidad y zonas verdes del proyecto, y recuerdan que la última palabra la tienen en Madrid

Podría calificarse de numantina la resistencia hecha este miércoles por el grupo municipal de Podemos, apoyado por Izquierda Unida (IU), en su defensa de la ya longeva petición de un gran parque para el ‘solarón’. Intensa, quizá hasta un punto desesperada… Pero, finalmente, infructuosa. Y es que, a pesar de sus esfuerzos por dar voz a las reclamaciones de la plataforma ciudadana ‘Un Pulmón para el Solarón’, la portavoz de la formación morada, Olaya Suárez, no logró que ayer, en el curso del Pleno del abril, ninguna otra fuerza política, salvo la liderada por Javier Suárez Llana, diese un voto favorable a su propuesta para instar al Ministerio de Transportes y a ADIF a cumplir con lo que fue, en la campaña electoral de 2023, una «promesa hecha a los gijoneses», rebajando la edificabilidad que se contempla en el nuevo proyecto para el Plan de Vías. Una edificabilidad establecida en un 70% del espacio, con la posibilidad de aumentarla hasta un 100% incrementando la altura los edificios que se erigirán, y que flanquearán un amplio ‘corredor verde’ de punta a punta de la parcela.
El sentir de ‘Un Pulmón para el Solarón‘ lo puso de manifiesto la propia portavoz de dicho colectivo, Cristina Isabel Corominas, presente en la sala y que tomó la palabra para lamentar que «se haya cambiado el parque que se nos prometió por un corredor verde, diciéndonos que esto es lo que hay». A su juicio, como al de sus representados, el resultado no dejará de ser «un desfiladero entre edificios«. No obstante, su malestar va más allá, hacia la futura estación intermodal de la ciudad, largamente demorada en el tiempo y con la que, opina Corominas, el Gobierno de la nación ha incurrido en «una tomadura de pelo». Al fin y al cabo, «ADIF ha sido capaz de invertir 4.000 millones en la Variante para ahorrar una hora de viaje a Madrid, y se están haciendo obra multimillonarias en otras estaciones de España, pero esto nos lo racanean». Y vergonzoso es, prosiguió, que «el PSOE y el PP se pongan medallas o se echen las culpas, y que Foro diga que no puede hacerse otra cosa respecto a su promesa electoral». Por ello, Corominas llamó a convocar un amplio proceso participativo, «como el que se ha hecho en Barcelona», para pelear por una estación y un espacio «dignos». E, incluso, lanzó una idea: «si hay problemas de presupuesto, seguro que los gijoneses estarían dispuestos a implicarse en las sestaferias que hagan falta. A diez años, la aportación individual seria de diecisiete euros anuales. ¿De verdad que entre tres Administraciones no pueden asumir este coste?».
«Es miserable que, después de tanto maltrato institucional, se quiera sacrificar el ‘verde’ que esta ciudad demanda para malvender el suelo a unos pocos que puedan pagarse pisos de lujo»
Olaya Suárez, portavoz local de Podemos
Finalizada la intervención de Corominas, fue Olaya Suárez la que tomó la palabra. La portavoz de Podemos en el Pleno puso el foco directamente en el proyecto que tachó de «tremendo fracaso que se nos ha querido vender como un avance histórico«, e incidió, ante los condicionantes de rentabilidad del suelo exigidos por ADIF antes de poner en marcha la construcción de la intermodal, en que dicha empresa, por ser pública, «es de todos los ciudadanos; el 80% del suelo del Plan de Vías es suyo, y es miserable que, después de tanto maltrato institucional, se quiera sacrificar el ‘verde’ que esta ciudad demanda para malvender el suelo a unos pocos que puedan pagarse pisos de lujo«. En ese sentido, Suárez concluyó secundado la idea de abrir un proceso de participación con el que «sean los ciudadanos los que decidan si quieren ‘verde’ u hormigón», momento en que cedió el turno a su homólogo de IU, Javier Suárez Llana. Más calmado que la anterior, aunque alineado con su pensamiento, concedió que «la propuesta actual es mejor que las que conocíamos«, lo que no quita que «no cumpla nuestras expectativas; el nivel de edificabilidad es inaceptable, y Gijón al Norte no puede ser un promotor inmobiliario, apostando por algo que sólo va a servir para gentrificar la zona y como fondo de inversión«. Así las cosas, Suárez Llana rescató el que es el «deber» de esa sociedad, que no es otro que «eliminar la barrera ferroviaria e impulsar la movilidad a través del Metrotrén». Y, como Olaya Suárez, terminó devolviendo el protagonismo al ciudadano de a pie. «Ese parque no lo conquistó ninguna Administración; lo conquistó la gente«, sentenció.
De nada sirvieron tales alegatos. Bien por convicción, bien por temor a una respuesta expeditiva de Madrid, como ocurriese en el caso del aún muy presente carpetazo al vial de Jove, ningún otro partido cerró filas con Podemos e IU. Desde Foro, Jesús Martínez Salvador descartó la posibilidad de organizar esa consulta ciudadana, «innecesaria» toda vez que con ese nivel de edificabilidad, y atendiendo a que el ‘corredor verde’ verá aumentado su tamaño en un 75%, «se mantiene el objetivo principal, que era que el ‘solarón’, unido al parque de Moreda, sea la segunda zona ‘verde’ más grande de la ciudad, por detrás del parque de Los Pericones«. Un enfoque similar ofreció Abel Junquera, edil del PP; aunque «escéptico» con los plazos ofrecidos por el Gobierno nacional, sí consideró el número de viviendas «perfectamente razonable para un espacio tan extenso«, amén de alertar de que, a estas alturas, todo lo que sea replantear proyectos serán excusas para el Ministerio para no invertir en Gijón». Esa fue la senda seguida desde Vox por Sara Álvarez Rouco, para quien la propuesta de Podemos «no tiene sentido», toda vez que «los intereses de ADIF giran en toro a rentabilidad de esos terrenos, antes de ponerlos a disposición de Gijón; ni siquiera un plebiscito lograría ablandar al Ministerio». Y también el PSOE, representado por Constantino Vaquero, se mantuvo firme en su postura, esgrimida en repetidas ocasiones, de que el proyecto otorgará a Gijón «un gran parque hasta la Zona Oeste«, sin olvidar el detalle de que, «si reducir la edificabilidad un 30%m hasta el 70% actual, cuesta veintitrés millones, la total será alrededor de 75 millones, que no es calderilla para ninguna sociedad mercantil«.
En fin, un descalabro para Podemos y, en menor medida, para IU, pero, sobre todo, para ‘Un Pulmón para el Solarón’. Y Olaya Suárez resumió ese malestar censurando que «no se vea necesaria una consulta ciudadana para el que es el proyecto más importante que empezará a desarrollarse en esta ciudad en los próximos años». Algo que, concluyó, demuestra que Gijón «ha vuelto a dejar pasar una oportunidad«.