A sólo horas de que concluya la 67ª FIDMA, la veterana empresa hace balance de una edición con menos visitas que la precedente, pero igualmente valiosa como escaparate desde el que proyectar todo cuanto su vasto catálogo puede ofrecer
A lo largo de toda carrera vital abundan los momentos en los que su protagonista, ya sea una persona, una organización o una institución, ha de detener su avance, plantarse en el lugar y reconsiderar en qué dirección irán sus siguientes pasos, sabiendo que esa decisión condicionará radicalmente su devenir futuro. Al Grupo Bollabor ese instante, a menudo llamado ‘punto de inflexión’, le llegó en 2008. Ese año el cambio realizado por el Gobierno de España en la legislación que regulaba la tenencia y uso de vehículos como los quads forzó a esta veterana empresa, nacida en 1996 para aprovechar el auge de los coches sin carné, a replantearse de cabo a rabo su actividad y su futuro. De ese ejercicio de autoanálisis surgió una progresiva redirección hacia el sector de los suministros industriales; el mismo en el que se ha apuntalado, convertida, de hecho, en uno de sus grandes referentes en la región. Y ese potencial es el que, desde su inauguración el pasado 3 de agosto, ha exhibido en la 67ª Feria Internacional de Muestras de Asturias; la misma que concluirá este domingo, y que, si bien no ha proporcionado a esta firma el volumen de visitas de ediciones anteriores, sí ha cumplido su misión de servir de escaparate de sus productos y servicios para toda Asturias… E, incluso, más allá.
Desde su centro operativo, situado en El Berrón, Bollabor ofrece a sus clientes un amplísimo catálogo de equipamientos especializados en diversos sectores y actividades, desde maquinaria de uso común como motosierras, segadoras robotizadas y cortasetos, hasta piezas más sofisticadas, como pulidoras específicas para hormigón o desbastadoras, pasando por una larga relación de herramientas imprescindibles en cualquier garaje y hogar, como taladradoras o lijadoras. «Desde 2008 nos fuimos centrando más hacia la parte de bosque y jardín, así que, hoy por hoy, la parte de automoción la tenemos completamente suprimida», relata Jairo Bayos Rodríguez (Oviedo, 1980) a horas del cierre de una Feria que, dada su condición de director comercial del Grupo, le ha tenido en el stand de la firma todos los días. Y han sido jornadas intensas, desde luego. Decenas de particulares y representantes de negocios se han acercado para interesarse por algunos de los productos ofertados, ampliados en esta edición concreta con la inclusión, por primera vez en la larga historia de Bollabor en la FIDMA, de distintos géneros de ropa de trabajo. Husqvarna, Milwaukee, Stiga, Grillo… La relación de marcas de las que esta compañía es distribuidora hace patente la que es su apuesta primordial. «Tendemos a la calidad».
De todos esos sellos con los que el Grupo trabaja, uno ha acaparado el grueso del interés el público durante la Feria: Kärcher, la multinacional alemana especialista en herramientas de limpieza, particularmente por sus hidrolimpiadoras. «Es por lo que más se nos pregunta siempre; al final, todo el mundo tiene una de sus máquinas», ríe Bayos. No obstante, el equipamiento para jardinería tampoco le va a la zaga, ni tampoco el industrial. En todo ello, detalla su director comercial, Bollabor juega una baza importante: la de dar al cliente la opción del renting, del alquiler de la pieza en cuestión. «Es habitual que la gente crea que eso sólo puede aplicarse a coches; nosotros los trasladamos a la maquinaria, y funciona, porque muchas veces se prefiere ese alquiler, que incluye seguro y asistencia, a comprar una pieza que, a lo mejor, sólo se necesita para un uso puntual», detalla. Tanto es así que, en la actualidad, el 90% de sus operaciones son de renting, y «quienes prueban la fórmula, repiten o se quedan».
Ahora, con la FIDMA de este 2024 dando sus últimos coletazo, a Bayo y a su equipo de ocho profesionales sólo les queda ir recogiendo y, lo más importante, empezar a hacer números en sus mentes, y a evaluar cuál ha sido el impacto de la 67ª edición… Sin quedarse sólo con lo fácil y evidente, que el volumen de afluencia al stand. Porque, como él mismo acota, «en término de público, es cierto que la hemos notado un poco más floja que la del año pasado, con menos movimiento e interés, pero a lo que damos más valor es a los contactos. El potencial son todas esas personas que han venido, han mirado y, el día de mañana, quizá en los próximos meses, tendrán la necesidad de comprar o alquilar una herramienta, y que, quizá, se acuerden de nosotros. Por repetimos año tras año desde 1996, y también por eso aquí seguiremos».