Se ha disuelto un botellón con 500 personas en el aparcamiento de playa de la Espasa en Caravia
La Guardia Civil ha tenido que intervenir esta noche en varios puntos del oriente asturiano donde se han producido aglomeraciones y botellones que, en total, han sumado 2.810 personas. La noche se saldó con cerca de 190 denuncias presentadas.
En concreto, se ha disuelto un botellón con 500 personas en el aparcamiento de playa de la Espasa en Caravia; y se desalojó a más de 300 personas en el interior de un chiringuito en la playa La Espasa por carecer de medidas antiCOVID y por estar los clientes sin mascarilla.
Según ha confirmado a Europa Press el Instituto Armado, se disolvió un grupo de 40 personas celebrando una fiesta en la Playa de San Antolín que no guardaban medidas de seguridad sanitaria; se desalojó la zona de ocio nocturno en el horario de cierre en el término municipal de Llanes; y se disolvió una aglomeración en las calles de Ribadesella en las que estaban entre 1.200 y 1.500 personas sin respetar las medidas de prevención contra el coronavirus.
Asimismo, se ha procedido al cierre de locales por incumplimiento de horario de cierre en Ribadesella, se ha disuelto un botellón de 70 personas en un camping cercano a Ribadesella; y otro con más de 400 personas en las proximidades de la Iglesia de Luanco y en el paseo marítimo.
Por otro lado, los agentes han tenido que intervenir en varias peleas en Ribadesella y Luanco. Por otro lado, se han registrado varias denuncias poro botellones e incumplimiento de medidas en Candás, Villaviciosa y Colunga.