La plataforma denuncia el perjuicio que la apuesta por un formato así causará en el tejido hostelero local, y llama a una revisión de los pliegos, a una revisión del concepto y a una deslocalización de las celebraciones, sin saturar la temporada estival
La tensión entre una parte de la hostelería gijonesa y el Ayuntamiento de la ciudad por la voluntad municipal de instalar casetas durante la Semana Grande, del 6 al 18 de agosto, en lo que se ha bautizado desde Divertia como una suerte de ‘Paseo Gastro’, está lejos de diluirse. Más bien, al contrario. Este mismo sábado la plataforma Hostelería Con Conciencia (HCC) emitía un nuevo comunicado reiterando su rechazo a una pretensión, la del Ejecutivo local, que, opinan, perjudica directamente al tejido hostelero permanente… Y yendo un paso más allá: exigiendo tener acceso al contrato suscrito entre Divertia y la empresa Gustatio para sacar adelante la iniciativa lúdica en cuestión, Y es que desde dicho colectivo consideran que la apuesta por las casetas no es sino una búsqueda, «de manera nada disimulada, del lucro de los organizadores», y no una respuesta «a una necesidad de la ciudad».
En opinión de HCC, Gijón «ya tiene suficientes eventos y una sólida cultura gastronómica para que una empresa privada obtenga la cesión de suelo público en plenas fiestas gijonesas». Un suelo que, recuerdan, «es de todos y todas las ciudadanas»; de ahí que el clamor de quienes conforman esta agrupación sea directo: «saquen las fiestas del centro de la ciudad, y lleven a plazas y barrios eventos musicales y culturales que hagan del conjunto de Xixón una ciudad atractiva, y no sólo para unos pocos». No obstante, el problema tiene también un cariz económico mayor… Y es que HCC califica de «arduas» las condiciones para participar en la Semana Grande, pues, «además del canon de 2.600 euros más IVA, está la obligación de comprar la cerveza al doble del precio habitual a un único grupo cervecero, con lo que ni tan siquiera la selección de bebidas es especialmente relevante». Eso, «por no hablar de la tan manoseada palabra ‘premium’ que, en este caso obliga, a adquirir vasos de cristal a precio elevado que, una vez usados, el cliente podrá llevar a casa… En el bolsillo de la chaqueta. Un despropósito».
En HCC también ahondan en que el evento en cuestión «ningún valor añadido a la ya saturada propuesta estival», pues «busca obtener un elevado beneficio a costa de todos los proyectos hosteleros que están todo el año al pie del cañón». Más aún, afean que no se hayan abierto las bases a las diversas asociaciones, entidades y grupos que integran el tejido local gijonés, ni se potencie la economía de corta distancia que, recuerdan, existe en la ciudad. A ese respecto, la percepción de la plataforma de hostelería gijonesa es que «algunos pretenden sacar tajada sin importar el ‘cómo’. Todo le vale a este Ayuntamiento». Por todo lo anterior, y «apelando a la Ley de Transparencia'», la plataforma ha exigido tener acceso al contrato «para ver las condiciones de dicho acuerdo».