El colectivo alerta de que equiparar una actividad de ocio vecinal y tradicional con el lucro empresarial «es una distorsión inaceptable», y acusa a OTEA de «miopía y falta de respeto» hacia los integrantes de la plataforma ‘Vive lo que sentimos’

La hoguera prendida el pasado viernes por Ángel Lorenzo, presidente de OTEA en Gijón, no sólo no pierde vigor, sino que parece ganar combustible… Es decir, nuevos detractores a sus declaraciones contrarias a las fiestas de prau que se organizan en distintas zonas del municipio, que considera un ejercicio de «competencia desleal» con los negocios hosteleros regulares. Y es que el frente crítico formado por las asociaciones integradas en la plataforma ‘Vive lo que sentimos’ ha recibido este martes el apoyo del colectivo Hostelería Con Conciencia (HCC), cuyos representantes, por medio de un comunicado, han transmitido su rechazo a las palabras de Lorenzo. Un testimonio, el de quien también fuese fundador del Grupo Gavia, que para HCC son prueba de como «la defensa de intereses puramente empresariales puede chocar frontalmente con la cultura, la tradición y el tejido social«, y que sólo demuestra «la miopía y la falta de respeto de la patronal hostelera hacia unas celebraciones que son el corazón de muchos barrios y parroquias de la ciudad«.
Dejando claro que su cierre de filas es con aquellos festejos populares «que son el resultado del esfuerzo colectivo y voluntario de los vecinos que organizan y gestionan con el único fin de hacer comunidad«, y no de las que «se disfrazan de romería, pero que en realidad son eventos subcontratados y organizados por grandes empresas y promotoras», HCC descarta la existencia de alguna forma de competencia desleal en ese primer formaro. «No se trata de un modelo de negocio con ánimo de lucro comparable a un bar o discoteca; son eventos autogestionados y sin fines comerciales, cuyo beneficio se reinvierte en la propia comunidad», insisten, sentenciando que «equiparar una actividad de ocio vecinal y tradicional con el lucro empresarial es una distorsión inaceptable«. Frente a ello, la exigencia de OTEA de endurecer la regulación podría suponer, en el peor de los escenarios posibles, la desaparición de una forma de celebración que es, en la práctica, «una seña de identidad asturiana«, toda vez que «fomentan la convivencia, el mantenimiento de tradiciones y la dinamización social«, lo cual «va mucho más allá del impacto económico que tan solo parece preocupar a la patronal».
Por supuesto, en su comunicado HCC no pierde la oportunidad de lanzar un dardo contra los eventos de gran formato que, en distintos momentos del año, OTEA organiza en Gijón… Y que, a juicio del colectivo autor del escrito, demuestran un doble rasero, como mínimo, censurable. «Esta crítica a las fiestas vecinales se vuelve especialmente hiriente al contrastarla con la promoción activa que OTEA realiza -y de la que es parte interesada- de mega eventos de gran formato, como el famoso ‘Paseo Gastro’ u otras grandes citas gastronómicas y de ocio. ¿Dónde queda aquí la ‘competencia desleal’?», se preguntan en HCC. La respuesta, a su juicio, es sencilla: con su posicionamiento, la patronal hostelera «criminaliza la tradición y el ocio social sin ánimo de lucro, mientras se bendicen los formatos comerciales gigantes que benefician directamente a sus asociados más grandes«. De ahí que HCC concluya su texto invitando a proteger esas fiestas de prau, que «son patrimonio social y no deben ser víctimas de la avaricia o la visión cortoplacista de quien solo ve una cuenta de resultados».
Efectivamente, el Paseo Gastro que tanto gusta a Angel Lorenzo, no es también competencia desleal para la hostelería que no puede estar presente? Vaya caradura, cuando el evento en suelo publico le beneficia apoyo total, pero cuando beneficia a otros y a el se opone totalmente, aunque estemos hablando de tradiciones y parte de la cultura de esta ciudad