La ceremonia de presentación, que incluyó un partido amistoso contra el Club Baloncesto L’Arbeyal, derivó en una fiesta en la que no faltaron las risas, las pizzas y el clima fraternal, aderezada con la participación de los comercios del barrio
La familia del Cimavilla Basket crece. Hacia atrás, podría decirse. Rejuveneciendo, incluso. Pero crece. Ayer sábado, en un ambiente festivo que ni lo gris de la jornada logró enturbiar, el veterano club presentó la alineación de su nuevo equipo infantil. Un «exitazo absoluto», a juicio de sus responsables, posibilitado, en buena medida, por «los establecimientos del barrio», que demostraron estar «volcados con el equipo».
Como no podía ser otra forma, la deportividad y la sana competitividad fueron la nota preponderante. Así, la nueva alineación vivió, incluso, su bautismo de fuego sobre el terreno de juego, disputando un amistoso con el Club Baloncesto L’Arbeyal. Fue, eso sí, el preludio de la parte más esperada: la lúdica. Los hasta hacía pocos minutos rivales se sumaron a una celebración que incluyó la degustación de tortillas y pizzas.
Nada mejor para coger fuerzas y encarar los partidos y, con suerte, las victorias que están por venir…