Los primeros testimonios indican que el fallecido, de 60 años, fue emboscado por dos personas a la salida de su domicilio, situado en Cuevas del Agua; los atacantes la emprendieron a golpes con él hasta acabar con su vida

Asturias enfila el fin de esta segunda semana de septiembre sumida en una nueva conmoción. Esta vez, con tintes abrumadoramente trágicos. José Antonio Otero Toraño, de 60 años, conocido ganadero y con domicilio en la población de Cuevas del Agua, en Ribadesella, perdía la vida violentamente al mediodía de este viernes, presuntamente a consecuencia de la paliza que, según los primeros testimonios recabados, le propinaron dos personas, aún no identificadas. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias está conduciendo la investigación de un caso que ha sacudido al conjunto de la región y, en particular, al municipio asturiano en cuestión, en el que la víctima era muy querida y valorada por su labor profesional.
Según las informaciones facilitadas hasta el momento por la Guardia Civil, la alerta se recibió a las 12.15 horas. La autora de la llamada fue la pareja del hermano de Otero, quien avisó a las autoridades del estado de su cuñado; de inmediato se dirigieron al lugar de los hechos varias patrullas adscritas al puesto de la Benemérita en Ribadesella, si bien los primeros en arribar fueron los servicios sanitarios. Sin embargo, esa premura de nada sirvió. A la llegada de los médicos, la víctima ya se encontraba en parada cardiorrespiratoria, y los esfuerzos por reanimarla no dieron fruto; sólo fue posible certificar su defunción. Al mismo tiempo, los uniformados del instituto armado comenzaron a recopilar testimonios; fue así como esbozaron una primera teoría: los dos supuestos asaltantes esperaron a Otero y, al verlo salir de la casa, le propinaron la paliza mortal.