El Sindicato de Estudiantes, al que la víctima está afiliada, afirma que, al menos, uno de los atacantes pertenece al grupo neonazi Núcleo Nacional, y que «no es un hecho aislado»; el caso, que causó lesiones leves al afectado, está en manos de la Policía Nacional
Un nuevo conato de tensión por razones ideológicas ha prendido en la ciudad de Gijón. Y, esta vez, no se debe a ciertas manifestaciones públicas nostálgicas con el régimen franquista, como sucediese hace escasas semanas ante el monumento ‘Héroes del Simancas’. Según afirman desde el Sindicato de Estudiantes de Asturias, el pasado sábado un menor de edad, conocido por su afiliación a dicha organización, fue agredido verbal y físicamente a plena luz del día por cuatro personas en el barrio de El Llano, presuntamente debido a diferencias políticas y sin que mediase provocación previa. El suceso, que causó a la víctima lesiones leves en el rostro, está siendo investigado por la Policía Nacional; no obstante, desde el ente sindical aseguran que, al menos, uno de los atacantes ha sido identificado como integrante del grupo Núcleo Nacional, autodenominado «neofranquista» y conocido por su ideología y estética abiertamente neonazis, antimarxista y defensora de una supuesta «raza española».
Siempre tomando como referencia el relato del Sindicato de Estudiantes, que se ha hecho eco de lo ocurrido en sus redes sociales, alrededor de las seis de la tarde del sábado el afectado, que prefiere mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, caminaba por los alrededores del Centro Comercial ‘Los Fresnos’ cuando, «sin que hubiese una provocación previa», los cuatro supuestos agresores le interceptaron en la vía pública. «Comenzaron a insultarle y a intimidarle y, finalmente, le golpearon en la cara en repetidas ocasiones, produciéndole una contusión ocular considerable; tuvo que ser tratado en el centro de salud», detallan. Para sus compañeros del ámbito sindical existe una intencionalidad clara, dada la labor del agredido tanto dentro del movimiento estudiantil, como del feminismo y de la lucha por los derechos del colectivo LGTBI. De hecho, recuerdan, ya en el mes de agosto «sufrió un hostigamiento a través de las redes sociales».
«Hemos visto que el avance de la extrema derecha es una realidad, y responde, precisamente, a la normalización de los discursos de odio», alertan desde el Sindicato de Estudiantes
Por supuesto, la denuncia ante las autoridades fue interpuesta de inmediato por el menor y sus progenitores, pero esa maniobra no ha aplacado los ánimos del Sindicato de Estudiantes, que ve lo acontecido anteayer como la gota que colma el vaso de una serie de ataques que «va en aumento». Y es que, en palabras de sus cuadros, grupúsculos como Núcleo Nacional, «a menudo ligados a los ultras del Sporting, han proliferado en nuestra ciudad, y ya han protagonizado actos similares contra personas racializadas». Y señalan como prueba un suceso similar al de la pasada semana que se dio a principios de mes en el Muro de San Lorenzo, a la altura de una conocida hamburguesería ubicada en el extremo este de la avenida Rufo García Rendueles. No obstante, la Policía Nacional no tiene constancia de que, efectivamente, se esté produciendo una escalada de este tipo de agresiones en Gijón.
Sea como sea, desde el ente sindical consideran lo sucedido un ataque no sólo al menor en cuestión, sino también «al sindicato y a las diferentes organizaciones de la izquierdas». Por ello, ya preparan acciones políticas de respuesta, ligadas a la difusión del hecho en las redes, y que incluirán una declaración conjunta oficial de apoyo al lesionado y de condena del asalto. «Hemos visto que el avance de la extrema derecha es una realidad, y responde, precisamente, a la normalización de los discursos de odio«, alertan, no sin antes señalar una «connivencia de los aparatos estatales», que llevan a colectivos como Núcleo Nacional a «actuar con impunidad». Y concluyen en el Sindicato de Estudiantes que «en el Estado español lo estamos viendo con el discurso antiinmigratorio, y no sólo por parte del PP y Vox. El propio Gobierno ha cedido ante las presiones. Esta es la norma».