El grupo navarro, afincado en Asturias desde hace años, promete hacer las delicias del público del festival Gijón Sound, que comienza este viernes en Gijón
Iseo & Dodosound, o lo que es lo mismo Leire Villanueva Iseo y Alberto Iriarte Dodo, pasarán este viernes a partir de las 20 horas por el escenario instalado en la plaza del Ayuntamiento con motivo de la celebración del Gijón Sound, donde estarán acompañados de los madrileños Mango Wood. El festival, que se prolongará hasta este domingo y se define como un «encuentro donde la verdadera protagonista es la ciudad, sus gentes, sus calles, sus comercios, sus ideas y sus propuestas culturales», programa a los navarros, afincados en Asturias, dentro de una parrilla variada en la que también tiene cabida el pop rock intimista de Izaro o el descaro de Santero y Los Muchachos. Ellos mismos cuentan qué esperar de un concierto que garantiza grandes dosis de buenrollismo y baile.
Hay quien os define, nada menos, que como el grupo de reggae español más internacional. ¿Pesan este tipo de etiquetas?
No pesan porque no las ponemos nosotros. A veces los medios o los promotores pueden necesitar este tipo de etiquetas para ubicar al público, no va mucho más allá. Estamos felices de cumplir diez años de carrera en un momento tan bonito.
Aunque bebéis de otras muchas influencias, más allá de ese reggae, es verdad que vuestra música empalma perfectamente en un festival como el Gijón Sound. ¿Con qué esperáis encontraros el sábado en la Plaza del Ayuntamiento?
Gijón ya la conocemos y esperamos una noche muy intensa y un público cercano y con energía, lo descubrimos el año pasado cuando visitamos el Albéniz. Ojalá venga mucha gente y podamos disfrutar juntos de nuevo.
Detrás de Iseo & Dodosound se esconden Leire y Alberto. ¿Qué hay de cada uno en vuestra música?
Pues todo de cada uno. Nuestra música es nuestro mayor vehículo de expresión así que ahí puedes encontrar nuestras alegrías, nuestras dudas, nuestras penas y nuestras pasiones. Cada uno teníamos unas influencias y un recorrido musical diferente cuando nos juntamos pero después de 10 años, 4 discos, un montón de temas, cientos de conciertos… hemos asimilado mucho y aprendido el uno del otro.
Es cierto que venís de tocar en otros formatos de mayor envergadura, como el Viña Rock. ¿Se afrontan de manera distinta los formatos más pequeños, como el de Gijón?
Bueno, ahora justo venimos de nuestra gira de salas, que terminó la semana pasada en Galicia y que han sido más de veinte conciertos por toda la península. En concreto, el último en una sala de 500 personas, así que se puede decir que estamos acostumbrados a todo tipo de escenarios y lo afrontamos de esa manera, sabiendo que la gente quiere una experiencia potente y completa sin importar el evento o el lugar. No hay nada más bonito que la cercanía del público en un concierto.
Uno de vuestros temas más virales fue la versión de la archiconocida “Bésame mucho”. ¿Qué otro clásico os gustaría versionar?
Siempre nos hemos divertido haciendo versiones y hemos hecho un montón, la mayoría publicadas con vídeo en directo en nuestras redes. Algunas son Walking on The Moon de Police, Feel Good Inc. de Gorillaz o Chan Chan de Buenavista Social Club, pero hay algunas más.
¿Cómo es vuestra relación con Asturias? ¿Habrá tiempo después del concierto para unas sidras por Cimavilla?
Muy profunda, hace ya unos años que vivimos en un pequeño pueblo en el occidente asturiano, así que, a pesar de ser navarros y haber vivido en muchos sitios, el concierto de este viernes es un poco como tocar en casa. Después en vez de Cimavilla, nos iremos al Tizón Club, que hay fiesta post concierto.
Después de una década de recorrido, habiendo colgado el cartel de “no hay entradas” en salas tan míticas como La Riviera de Madrid, ¿qué le pedís al futuro?
Que nos siga sonriendo la fortuna y que nos queden energías y salud para seguir haciendo esto.
Para cerrar, cuestionario rápido: una ciudad, un disco, un concierto y una letra.
Madrid, Born to Die de Lana del Rey, cualquier concierto de Bob Marley y, como letra, la de Txoria Txori.