“La belleza física es muy subjetiva. En estos concursos se busca una mujer empoderada, altruista, con mensaje, que sepa desenvolverse”
La gijonesa Itziar Pumarada tiene una ilusión: convertirse en la próxima Miss Mundo. Y ya está un paso más cerca de conseguirlo, y es que, a sus 25 años, es la representante asturiana que el próximo mes de mayo competirá en Tenerife por alzarse con el galardón de Miss Mundo España.
Para ella este no es un concurso de belleza más. Cuenta que, lo que más le llama y lo que diferencia esta competición de las demás, es que tiene un propósito “más enfocado” a presentar un proyecto social y defenderlo. El suyo ya lo tiene claro: presentará, junto a la ONG gijonesa Mar de Niebla, un proyecto para visibilizar los trastornos alimenticios y la salud mental. “Cuando entré en su local sentí un flechazo, supe que tenía que hacerlo con ellos”. La forma de interactuar con los chavales la convenció, y explica que lo que tenía en mente pensado para el proyecto coincidía al 100% con la filosofía de la ONG.
“Fue como una casualidad. Y es que, aunque soy directora de Seguridad y perito, también estoy estudiando Psicología porque estoy muy concienciada con los problemas psicológicos”. Los estudios son, para esta asturiana, parte fundamental de ese nosequé que se necesita para convertirse en Miss Mundo. Por eso, durante la pandemia, se puso a estudiar ruso -domina el inglés y tiene nociones de francés y árabe-. “La visión de estos concursos sigue siendo la de antes, pero en un certamen de belleza no se mira solo el físico. La belleza es muy subjetiva, y en ella entran muchos más factores. Se busca a una mujer empoderada que tenga un mensaje, altruista, que sepa desenvolverse en el mundo o que conozca idiomas, que son esenciales para representar a España fuera de nuestras fronteras”.
De Gijón, ¿al mundo?
Además, se encarga de desechar el viejo mito que de que las mujeres se convierten en enemigas. “Esta será la tercera vez que me presente a un concurso de este estilo, y nunca he visto esa rivalidad insana que tanto se dibuja en las películas. Allí todas somos compañeras”.
Su día a día en Gijón está ahora marcado por el concurso, al que se prepara de la mano de Lili Lifer, pero ya está comenzando a colaborar con marcas “de aquí” que apuestan por ella para promocionar sus productos. “Poco a poco van saliendo cosas, la gente va viendo lo que haces, les gusta y apuestan por ti, aunque es verdad que muchas de las cosas en las que trabajo me salen en Canarias, donde todo esto se mueve mucho más”.
De ideas claras, no tarda ni medio segundo en contestar cuando preguntamos por sus metas: “La Corona”. “Si no puede ser, intentar llegar lo más lejos posible y dar visibilidad al proyecto y aportar mi granito de arena para ayudar en estos problemas”.
