
Gijonés de pro, ama todo lo que tenga que ver con la ciudad y se declara amante del tenis y “nadalista” hasta la médula. Cuenta a miGijón cómo llegó hasta la Fundación CESPA-Proyecto Hombre

José Luis Pérez-Espinosa González Lobón es desde el pasado enero el nuevo director general de la Fundación CESPA-Proyecto Hombre de Asturias.
Chechu, como es conocido Pérez-Espinosa, sustituye en el cargo a Julio César Jonte y tiene por delante no solo gestionar, sino captar más socios para este proyecto que sigue un método educativo y terapéutico. Gijonés de pro, ama todo lo que tenga que ver con la ciudad y se declara amante del tenis y “nadalista” hasta la médula. Nos cuenta cómo llegó hasta la Fundación CESPA-Proyecto Hombre.
Déjeme primero felicitarle porque creo que hace solo unos días que cumplió años.
El 29 de julio, concretamente.
Y unos meses antes se pone al cargo de la Fundación CESPA.
Comencé en enero.
¿Y ese cambio de registro laboral?
Mis últimos veinticinco años de carrera profesional he estado trabajando en sectores diferentes. En áreas de gestión, de desarrollo de negocio…
Pero no en el tercer sector.
Hasta ahora nada que ver con lo social.
Entonces…
A finales del año 2024 me llaman de un proceso de selección, donde buscaban un director general para Proyecto Hombre con perfil diferente al anterior. Bien es verdad que desde hacía un par de años estaba vinculado laboralmente al tema de la salud mental.
En las clínicas de su tía, la psiquiatra Teresa Pérez-Espinosa.
Eso es, y la salud mental y las adicciones están totalmente vinculadas.
¡Menudo reto que le ponen en las manos!
Lo asumo. Una de mis misiones principales es dar un giro a la gestión, porque la actividad funciona muy bien, dese cuenta de que lleva haciéndose treinta y ocho años.
Pero se necesita otro modelo de gestión…
Exacto. Esta gestión está vinculada al equipo de personas que trabajan aquí y a todo lo que tenga que ver con las administraciones públicas y privadas.
Gestión pura y dura de empresa.
Eso es.
¡Bien! Pero hablando de la salud mental y sobre lo que usted ha visto y percibido durante los años de trabajo en el Grupo Pérez Espinosa. ¿Cómo está la mente de la gente?
Vamos a ver, sí. Muchos compañeros y compañeras me comentan que hace muchos años las encuestas decían que las drogas eran el segundo gran problema de España.
Con la heroína.
Ahora hay problemas importantes de alcohol y de otras drogas como cannabis, cocaína… y a una edad cada vez más joven.
Pero corríjame. Antes era más por esnobismo, con la heroína y por “perres” la cocaína… consumían esta droga los de mayor poder adquisitivo.
Los jóvenes de ahora pasan momentos complicados porque están expuestos a factores sociales muy diferentes. Desde la familia, los amigos, los estudios, los riesgos de las redes sociales… según lo protegidos que estén podrán asumir esos riesgos de una manera u otra.
Y cuando empieza el consumo de algo…
Puede llegar a ser una adicción y ¡ojo! Hablamos no solo de drogas, sino de dependencia al juego, a los videojuegos, a las apuestas…
¿Qué tipo de adicciones se tratan en Proyecto Hombre?
Nosotros sobre todo tratamos adicciones de alcohol y otras drogas. Tenemos programas orientados a la abstinencia y programas de reducción del daño para personas que tengan mucho deterioro.
Díganos ahora qué puede hacer alguien que quiera resetear su vida, dejar las adicciones atrás y proponerse entrar en el programa de esta fundación.
Lo primero es que lo hagan de manera voluntaria. Esta es una condición imprescindible.
¿Con la familia?
Ese es su mayor apoyo, pero, sobre todo, repito, tienen que venir voluntariamente. Una vez llegan, comenzamos un proceso, sobre todo, de evaluación para saber en qué tipo de programa encajan.
Porque ¿qué programas tienen?
Ambulatorios, de centro de día y de centro residencial.
¿Este de Avenida José Manuel Palacio Álvarez nº 40 lo es?
Sí, aquí está el piso de acogida, que es normalmente el primer paso del programa, sobre todo para personas que no tienen una protección social o familiar.
¿Después?
Normalmente se les deriva al Centro de Candás.
En Oviedo y Mieres también tienen…
Sí, y colaboramos también con Albergue Covadonga, Cocina Económica.
¿De dónde les llegan las personas?
Hay gente de fuera, pero la mayoría son de aquí. El perfil es de personas entre cuarenta y cuarenta y dos años y cada vez más mujeres.
¡Qué me dice!
Con problemas de alcohol y con un perfil normal y de todas clases sociales. Tienen cada vez menos miedo a venir. ¿Qué ocurre? Porque antes pensaban en el qué dirán, en sus hijos…
Y ahora…
Cada vez más trabajamos en perspectiva de género y en programas adaptados a las necesidades de cada una. Por nuestro método, hay personas que prefieren ponerse en nuestras manos y no en clínicas privadas. Es un método educativo terapéutico.
Es el momento en que puede pedir.
Estamos muy agradecidos a las instituciones públicas porque tenemos muchas subvenciones de Asturias, España, Unión Europea. Para nosotros son fundamentales. Donde tenemos que insistir más es en la captación privada.
¡Uy! A usted lo eligieron para que pidiera.
(Se ríe) ¡Bueno! Una de mis funciones es la captación de capital privado. También pueden hacerse socios de Proyecto Hombre contactando con nosotros directamente, aquí en este centro tan estupendo.
Chechu, creo que tiene mucha tarea. ¿Irá de vacaciones?
Creo que este año necesito playa y mucho relax.
¿Tendrá tiempo para el tenis?
Soy “nadalista” como muchos millones de personas en el mundo. Rafa Nadal es lo máximo. No hay sustituto.