«Hoy vuelve a Gijón la bárbara y anacrónica tradición de matar a un animal en un espacio público»
El 6 de agosto de cada año, Gijón celebra la vuelta de Jovellanos a la ciudad, procedente del destierro en el castillo de Bellver, en Palma de Mallorca.
En el acto que se celebra en la Plaza del 6 de agosto, todas y todos los munícipes, incluso algunos contrarios a sus ideas liberales, leen un pequeño párrafo de algunos de sus magníficos textos, o de sus magníficas reflexiones.
Nunca nadie ha querido leer esto que escribió como trabajo para justificar la prohibición de los toros por parte de Carlos III, pero Gaspar Melchor de Jovellanos era, por lógica ilustración, contrario al maltrato animal.
«La lucha de toros no ha sido jamás una diversión ni cotidiana, ni muy frecuentada, ni de todos los pueblos de España, ni generalmente buscada y aplaudida. En muchas provincias no se conoció jamás; en otras se circunscribió a las capitales, y dondequiera que fueron celebrados lo fue solamente a largos periodos y concurriendo a verlas el pueblo de las capitales y tal cual aldea circunvecina. Se puede, por tanto, calcular que de todo el pueblo de España apenas la centésima parte habrá visto alguna vez este espectáculo. ¿Cómo, pues, se ha pretendido darle el título de diversión nacional?».
Gaspar Melchor de Jovellanos, ilustre gijonés.
Hoy vuelve a Gijón la bárbara y anacrónica tradición de matar a un animal en un espacio público.