Entrevista a Saúl Craviotto, medallista olímpico
“¿Volver a patrullar las calles de Gijón? No lo sé, pero ser conocido en determinadas situaciones no lo acabo de ver”
“Muchas veces me han tanteado para entrar en política, pero no es un mundo que me llame la atención ni me apasione. No está en mis planes”
¿Ser Policía Nacional le llena tanto como el piragüismo?
Es mi profesión, es diferente. El piragüismo es mi pasión, es lo que mamado de pequeño. Mi padre me inculcó los valores del deporte, he hecho piragüismo desde que nací y es lo que más me gusta. La Policía es mi profesión, la respeto y valoro mucho ese oficio, el trabajo de mis compañeros, la labor que hacemos… También es muy gratificante y te llena mucho.
Con el coronavirus, pidió reincorporarse al Cuerpo Nacional de Policía para ayudar. Vaya la que se montó…
No me siento muy cómodo hablando de eso porque se hizo una bola de nieve, no sé si por falta de noticias. Al final que una persona que iba a ir a unos Juegos Olímpicos de abanderado, de repente pasa de no ir a los Juegos a ponerse a patrullar supongo que fue una noticia que tuvo mucha repercusión, pero no me sentí demasiado cómodo con ese tema. Hubo de todo; evidentemente halagos, también críticas. Estás en medio de todo y hagas lo que hagas va a estar bien o va a estar mal, pero lo viví con naturalidad y es que es mi oficio. Veía titulares de ‘Craviotto héroe’ y parecía un héroe por ir a trabajar. También iban las cajeras, los farmacéuticos, los enfermeros, el resto de policías… Estaba haciendo mi trabajo. Yo soy policía y me tocó ir a trabajar. Como no iba a ir los Juegos Olímpicos, pedí reincorporarme y así fue, pero salió a la luz todo eso y tuvo un boom de la leche, salió una fotografía donde yo patrullaba y tuvo bastante repercusión. No me sentí nada cómodo, no me gustó en absoluto todo lo que se generó.
Pese a que es un asunto que no le gusta, intenta ponerse en la situación del otro. ¿La empatía podría ser una de sus virtudes?
Sí que es verdad que, en ese caso en concreto, entendí todas las posturas: la gente que me criticaba; a la prensa, evidentemente, porque yo entendía que podía ser una noticia de un calado importante. Salen imágenes del tío que iba a ser abanderado patrullando, era una noticia chula y entendí que tuviese su repercusión… Eso va en lo que decías antes de la fama, para lo bueno y lo malo recibes críticas, palos y halagos.
¿El coronavirus le ha cambiado la forma de ver la vida?
Nos ha cambiado a todos un poco. Sí que ha sido un varapalo importante y quizá hemos aprendido a valorar algunas cosas. Pensé que habría más aprendizaje del que ha habido, pero posiblemente nos ha modificado la vida a todos, eso desde luego, y espero que haya habido algún aprendizaje por parte de todos como sociedad.
Una vez retirado, ¿contempla volver a patrullar las calles de Gijón o es una etapa cerrada?
No me lo he planteado, no me he sentado a pensar dónde quiero estar o no, qué va a ser de mi futuro, pero desde luego que te conozcan patrullando hay situaciones en las que no lo acabo de ver. Sinceramente, al final hay momentos que a priori pueden parecer simpáticos, pero hay situaciones peligrosas que puedes detener a alguien malo de verdad y todo el mundo sabe dónde entreno, entras en mi Instagram y sabes quienes son mis hijas, mi mujer, dónde vivo lo veto bastante, pero solo tienes que indagar 10 minutos y conoces mis rutinas. Eso de estar en la calle… No lo sé, ya veremos.
¿Ganar ‘MasterChef’ supuso un antes y un después en su vida?
Sí. Eso sí que puedo decir que me cambió la vida y para mejor. Lo del tema de la fama ha sido un trampolín. Digamos que he subido varios escalones de golpe a raíz de cocinar, un mundo completamente diferente al mío, pero me ha cambiado la vida para bien. Creo que es un programa que ve mucha gente, con una línea muy blanca y no buscan polémicas. No quiero comparar con otros programas, pero es muy, muy limpio, mis niñas están enganchadas a ‘MasterChef’, he llegado a las casas de la gente, me han conocido a mí y han conocido mi deporte. Me ha cambiado mucho, ha abierto en mí una pasión también por la gastronomía, acabo de sacar un libro de cocina así que imagínate. Me dices hace cuatro años esto y me río.
“’MasterChef’ me cambió la vida. Me ha servido para llegar a las casas, han conocido mi deporte y ha abierto en mí una pasión por la gastronomía”
La última edición de ‘MasterChef’ ha dejado a un gijonés como vencedor: Juanma Castaño, compartiendo el premio con Miki Nadal. Podemos decir que es la segunda victoria ‘asturiana’. ¿Le retaría a un duelo en los fogones?
Lo que pasa es que él lo tiene ahora más reciente. Yo estoy un poco más verde y seguramente es un mal rival, pero sería entretenido hacer un día un duelo entre asturianos. Me alegro un montón porque es un tío cojonudo. Lo conozco a nivel personal e hizo una edición espectacular. Tiene ese humor gijonés que es como que está serio y te la mete, tiene un humor muy simpático. Me descojonaba con él, es un crack y me alegro un montón.
¿Y qué ingredientes utilizaría?
El problema es que tenemos al mismo maestro, los dos aprendimos con Marcos Morán y eso es complicado porque posiblemente tengamos técnicas parecidas. Se me dan muy bien los arroces y el pescado también, pero veo que él también así que iba a estar ajustada la cosa.
“Saúl preparó MasterChef como un Campeonato del Mundo”. Esto lo dijo su entrenador Miguel García. ¿Tan exigente fue consigo mismo?
Cuando hago las cosas me gusta hacerlas bien, no me gusta hacerlas a medias y sinceramente mi objetivo era que no me eliminaran el primero. Cuando pasé el segundo programa, bueno; en el tercero empecé a ver el nivel del resto y pensé que igual podía estar en mitad de tabla y cuando pasé el programa seis y quedaban tres o cuatro días dije: ‘Esto hay que ganarlo a muerte’ y me puse a tope (risas).
Mencionaba antes el libro que acabar de publicar. ‘Las recetas de Saúl Craviotto’ donde presenta una serie de recetas saludables y también postres. ¿Su mujer es especialista en esto, no?
Más de comida saludable. Hace postres brutales, pero más tirando a fit y yo soy más tirando a fat; de gordo, de comer, de comer bien (risas).
¿Le ha pedido consejo?
Claro, el libro es casi 50/50 porque todo pasaba por ella. Me ayudó muchísimo, igual que yo al suyo. Al final, en la vida de pareja todo pasa por casa. Ella es la auténtica ‘MasterChef’, la auténtica cocinera, yo soy un principiante a su lado.
“Miguel García es como mi hermano. No concibo mi carrera sin él y todas mis medallas son suyas”
He mencionado un par de veces a su entrenador. ¿Qué es para usted Miguel García?
Miguel García es el artífice de todas las medallas. Es como mi hermano, llevo con él toda mi vida viéndolo cinco, seis o siete horas al día y no he discutido nunca, nos llevamos de maravilla. Es una relación idílica y para mí lo es todo. No concibo mi carrera sin él y todas mis medallas son suyas.
La Federación Española de Piragüismo tiene nuevo presidente, también compañero en la Policía: Javier Hernanz. ¿Es el perfil que necesita el organismo?
Es verdad que Javi ha entrado con muchas ganas, con mucha ilusión. Es un tío que en el agua se ha dejado la vida siempre entrenando y estoy seguro que se va a dejar la vida también en la Federación. Lo que hace falta es eso: una persona con valores, que entienda el piragüismo y sobre todo un buen gestor, es decir, si sabe mucho de piragüismo y luego no sabe gestionar, de nada sirve y viceversa. Tiene una oportunidad de hacerlo bien y actitud tiene mucha. Es todavía muy pronto, lleva unas semanas el pobre chaval. Pregúntamelo dentro de seis meses, pero creo que tiene posibilidades de hacerlo muy bien.
¿Quedó muy escaldado a consecuencia de dar públicamente su opinión sobre lo que había pasado el 1-O en Cataluña?
Pasado el tiempo, qué sé yo. Era lo que sentía en ese momento. Me salió del corazón. ¿Si lo volvería a hacer? No lo sé, seguramente no, porque desde mi posición soy catalán y policía. Era como que estaba en mitad de todo el mundo, pero al final no me estaba gustando lo que estaba viendo en mi tierra, las imágenes que vimos todos nos duele. Lo traigo a Asturias. A un asturiano no le gustaría que estuviera pasando eso en su tierra, al final fue complicado y lo que me salió fue dar apoyo a mis compañeros. Mi familia, que es la que vive allí, tuvo que aguantar muchas cosas; mi madre y mi sobrino tuvieron que aguantar comentarios de todo tipo… ¿Sumó algo lo que yo dije? No. ¿Restó? Sí. Es así de fácil. Por eso a veces es mejor callarse y que lo arreglen los que lo han estropeado, los políticos que azuzan.
Hablando de políticos, ¿nunca le han tanteado para dar el salto? En los últimos años hemos visto perfiles como Pepu Hernández, Ruth Beitia, Abel Antón…
Muchísimas, pero hay que valer, te tiene que gustar y soy muy feliz con lo que hago. No es un mundo que me apasione y que me llame la atención, no está entre mis planes. La vida puede dar muchas vueltas, pero ahora mismo ni me lo planteo.
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