El acusado circulaba a gran velocidad por el polígono del Espíritu Santo, cuando chocó de flanco con otro vehículo y salió despedido hacia un tercero, cuyo ocupante sufrió traumatismo craneoencefálico y fracturas
Ya sea por la pura pasión automovilística, por el influjo del cine y los videojuegos, o por la sensación de transgresión y aparente libertad que mana de él, el submundo de las carreras ilegales continúa despertando fascinación, y cada vez más, entre un sector nada desdeñable de la población. El mismo que, a menudo, no es consciente de los riesgos que entraña… Y también aquel al que pertenece el hombre que esta mañana se sienta en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal Número Dos de Oviedo, acusado de haber herido de gravedad a otro conductor en el transcurso de una carrera ilegal disputada en el polígono del Espíritu Santo, en la capital asturiana, hace dos años. Por ello, la Fiscalía pide para él una pena de un año y medio de prisión, combinada con cuatro de suspensión del permiso de conducir.
El relato aportado por el Ministerio Fiscal afirma que el sujeto, nacido en 1.996, conducía por la calle Dinamarca de dicho polígono sobre las 23.02 horas del 31 de mayo de 2021, a bordo de un coche propiedad de un tercero y a una velocidad estimada de 82,04 kilómetros por hora en un tramo limitado a cuarenta, en paralelo con otro vehículo sin identificar, también implicado en la competición, «con total desprecio a las mínimas condiciones de seguridad». De pronto, a la altura del número trece de la arteria en cuestión, el hoy procesado colisionó contra el lateral izquierdo de otro vehículo, perteneciente a la entidad Fomento de Construcciones y Contratas, SA, y conducido por un hombre, que se encontraba realizando un cambio de sentido para dirigirse a la carretera N-634, ocupando los dos carriles de la vía. Como consecuencia del impacto el vehículo conducido por el acusado se desplazó lateralmente, colisionando de nuevo contra otro vehículo, estacionado en cordón en la calle Dinamarca y que pertenecía a un tercero que, debido al impacto resultó con varias lesiones; entre otras, traumatismo craneoencefálico y numerosas fracturas.
La víctima tardó en curar 214 días, con secuelas. Así mismo, los vehículos sufrieron desperfectos, uno de ellos tasado en 22.755 euros más IVA, y el otro, en 580,51, abonados por la aseguradora. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de conducción temeraria en concurso con un delito de lesiones imprudentes. Se reclama, además de la pena de cárcel, que, por vía de responsabilidad penal, el acusado indemnice a la víctima con 11.917 euros por las lesiones, 744,29 euros por las secuelas y 2.344,21 euros por perjuicio estético; al SESPA, con la cantidad que acredite en ejecución de
sentencia por la asistencia sanitaria prestada, y al representante legal de la aseguradora, con 580,51 euros por los desperfectos en su vehículo. Finalmente, indemnizará al representante de Fomento de Construcciones y Contratas, SA, con 22.755 euros más el IVA correspondiente por los daños en su vehículo. Todo ello, con la responsabilidad civil directa de la aseguradora del coche causante del siniestro y subsidiaria del propietario del mismo, y con los intereses legales correspondientes.