«Los nombres de los animales no dependen de la Plaza, se heredan de los progenitores en las distintas ganaderías», responde el empresario Carlos Zúñiga
Día inesperado y muy ajetreado para el empresario de la centenaria Plaza de Toros de El Bibio de Gijón, Carlos Zúñiga. La decisión anunciada hoy de la alcaldesa de Gijón, Ana González, de no prorrogar la consesión de la plaza, supone en la práctica el fin de los toros en la ciudad y la región.
González contó que la decisión, que ya estaba sobre la mesa del PSOE de Gijón, se tomó al enterarse de los nombres de dos de los toros de esta edición: Feminista y Nigeriano. La alcaldesa afirma que «se han utilizado los toros para desplegar una ideología contraria a los derechos humanos y por ahí el Ayuntamiento no puede pasar». Por su parte, el empresario ha comentado a miGijón que los nombres de los animales no dependen de la organización, sino que «es costumbre que en las ganaderías pasen de los progenitores a su descendencia».
«Los toros gozan de una aceptación increíble en la ciudad, y todo gracias a la dedicación de una empresa privada -cuenta Zúñiga-. No están subvencionados, y lo que está haciendo Ana González es cargarse todo de un golpe». Cuenta que en los últimos 20 años «todos los ingresos vienen de la taquilla», y que, a diferencia de otros eventos de varios días que cobran un alquiler de 3.000 euros, la empresa de la Plaza «se está dejando 10.000 euros de canon al día».
Zúñiga asegura que peleará por la prórroga «a la que tiene derecho», y se encuentra ahora mismo tratando el asunto con sus servicios jurídicos.