La medida supone un duro golpe al sector que denuncia que las medidas se tomen sin saber la situación epidemiológica que se encontrarán en otoño
La hostelería en Gijón ha recibido un nuevo mazazo. Por si fueran pocos los avatares sufridos desde el pasado año derivados de los efectos de la pandemia, la alcaldesa de Gijón ha decidido no prorrogar el incremento de superficie que les permitía doblar el tamaño de sus terrazas. Esta ampliación tenía como fecha de caducidad el 30 de septiembre y, a partir de esa fecha, tendrán que volver a ocupar su volumen original.
La decisión, que ha causado malestar en el sector, fue anunciada en una entrevista en TPA por la actual alcaldesa de Gijón. En dicha cadena, la edil gijonesa afirmó que “la excepción que hicimos de cumplimiento de la ordenanza acabará; tendremos que volver todas las terrazas a la normativa que hay en Gijón”.
Este anuncio se produce en un momento en el que la prohibición del consumo en barra sigue vigente, así como las limitaciones de aforo y el aumento de la distancia de seguridad, que provocan una disminución en la capacidad de venta de los locales gijoneses. Las terrazas, en ese sentido, habían sido una solución que permitía al sector poder sobrevivir.
Reacciones del sector
El sector, indignado, avisaba de los efectos de esta medida: “Con las restricciones actuales perderíamos un número importante de mesas de las que nos corresponden por las licencias de terraza y eso significa una importante pérdida de empleo”, destacó ayer el presidente en Gijón de la patronal Otea, Ángel Lorenzo.
Lorenzo avisó también de lo prematuro de la medida, ya que opina que es un error que la decisión no se retrase “dependiendo de las restricciones que existan en ese momento”.
Por su parte, Óscar Gavino, presidente de la Unión de Hosteleros de Asturias, lanzó una dura crítica recordando que “no sabemos cuándo van a autorizar el consumo en barra y hay cierta psicosis de la gente, que no quiere entrar en interiores. Si te quitan todo en esta ciudad, no sé de qué vamos a vivir y aún puede venir un octubre y un noviembre buenos, por lo que creo que deberían de dejarlas por lo menos hasta finales de año”.
El resto de colectivos hosteleros gijoneses también han recibido con críticas la medida. David Sampedro, de Hostelería con Conciencia denuncia que se tomen decisiones “sin saber qué limitaciones va a haber y si nos va a venir una sexta ola; adelantarse de esta manera es seguir haciendo las cosas mal, sin escuchar a la gente”. Por su parte, Eduardo González, de la directiva de Asturias Suma, avisa que “entiendo que la ampliación de las terrazas no puede ser de por vida, pero reducirlas cuando seguimos con restricciones es injusto; lo lógico es que recorten cuando podamos trabajar con normalidad, no antes”.