Ya somos mayorinos para ser conscientes de qué opciones pueden ayudar al país, cada una desde sus ideales, y quienes solo utilizan la bandera de España para colgarla de sus muñecas


Quedan escasos días para que se celebren las elecciones generales y todos los partidos con posibilidades de obtener el gobierno del país, o de ser la llave que permita ese gobierno, están echando el resto. Ciñéndome a las cuatro candidaturas con mayor relevancia, aunque no las únicas, conviene poner nombre a las personas a las que votaremos la mayor parte de los asturianos.
Comencemos por el PSOE, que presenta a la candidata más conocida de todos, sin lugar a dudas, Adriana Lastra. Adriana aglutina todo lo bueno, y lo no tan bueno, de una política, actividad a la que lleva dedicada toda su vida. Sabe ser permeable y adaptarse a las distintas vicisitudes por las que puede pasar un gobierno lo cual, en ocasiones y desde afuera de la política, se puede ver con cierto recelo. De igual manera, sabe perfectamente lo que es gobernar y tener responsabilidades de estado, hecho que no es menor a la hora de optar a ser representante en el Congreso. Pero, sobre todo, Adriana Lastra supone una apuesta segura para el PSOE de Asturias. Nadie que se sienta identificado con el PSOE nacional o con Pedro Sánchez encontrará inconveniente en apoyar una lista encabezada por ella.
Esther Llamazares es la candidata que presenta el Partido Popular. Aunque también tiene cierto recorrido en política, fundamentalmente en el Ayuntamiento de Avilés, aún no conoce los entresijos de la política nacional, ni mucho menos. Parece que cuenta con el apoyo del actual líder del PP asturiano Diego Canga aunque, dicho sea de paso, no queda claro si encabezar esta lista es un ascenso o una forma de apartar a determinados elementos de tierras astures. Y si no que se lo pregunten a quien encabeza la lista del PP al Senado.
Sumar se ha decantado por elegir en Asturias a un candidato que hace su debut en la “gran política”, Rafael Cofiño. Un reconocido técnico de la administración pública del Principado de Asturias, famoso a raíz de la gestión (buena) de la pandemia Covid y que llega a la política de la mano del equipo de Yolanda Díaz. Es, sin duda, el candidato más novel, cosa que se nota en sus apariciones públicas y entrevistas. Pero quizá esa postura, alejada de la primera línea de la política, sea el valor que ha querido primar Sumar. Veremos si es un acierto esta elección, no tanto por el resultado electoral, en el que no influirá que el candidato sea Rafael Cofiño o Juan Ponte (el otro nombre que sonó para ir de número uno de Sumar en Asturias) si no en el trabajo posterior en el Congreso y, especialmente, cuando Sumar se empiece a articular como partido político en la región. Ahí es donde Rafael Cofiño deberá meterse de lleno en la “cosa política”.
Dejo para el último lugar al candidato de la ultraderecha, el candidato de Vox José María Figaredo. ¿Qué decir de alguien que representa a un partido que niega el cambio climático, las agresiones machistas y niega que defender estas y otras lindezas sea motivo de clasificarles como un partido que ampara ideologías fascistas? Pues nada. O al menos nada que interese a los que podáis llevar la cabeza sobre los hombros al acabar el día. Cada representante de Vox electo es una absoluta pérdida de derechos de la sociedad española. Pero esta cuestión ya no es una frase hecha, sino que es una realidad que podemos ver en los gobiernos que se han conformado recientemente en las distintas regiones y Ayuntamientos de España. Ya somos mayorinos para ser conscientes de qué opciones pueden ayudar al país, cada una desde sus ideales, y quienes solo utilizan la bandera de España para colgarla de sus muñecas.
Estos cuatro políticos representarán a Asturias en el Congreso y esperemos que sea así. Me explico. Esperemos que representen a Asturias y que no acaben siendo, como es tradición en la clase política asturiana residente en Madrid, mero instrumento de sus partidos en la cámara baja y los asturianos simples depositarios de votos esperanzados en ver una España mejor, que sí, pero que también quieren una Asturias mejor.
Porque siempre habláis de la ultraderecha y nunca de la ultraizquierda, que por supuesto también existe. cada representante elegido de BILDU es una absoluta perdida de derechos de las victimas de ETA (porque no dices también eso), y de momento que yo sepa VOX no lleva en sus listas candidatos con delitos de sangre (queda mas fino que decir ASESINOS). y que coste que no soy votante de VOX pero creo que hay que llamar a las cosas por su nombre y basta ya de meter miedo a la gente y que vote libremente lo que crea que es mas conveniente para el PAIS
@gijondelalma, ETA ya no existe a ver si te enteras y lo que pierden sus victimas es el respeto que merecen sólo por vosotros la derecha rancia, mentirosa y absurda de este país al ser mencionadas por vuestras boconas repetidamente para conseguir votos ya que de cualquier otra manera lo tenéis muy jodido por la basura que lleváis detrás. Es lamentable y asqueroso que digas que se deje votar libremente cuando defiendes precisamente a aquellos que quieren dinamitar derechos y libertades fundamentales que costó mucho esfuerzo conseguir, ya está bien c o ñ o!!