
Que el nuevo año sea la ocasión para que Gijón pueda saldar estas dos cuentas pendientes

A punto de cerrar un año y abrir otro cargado de nuevos propósitos, resulta inevitable mirar hacia aquello que nos une y que nos ayuda a construir una identidad compartida. Los símbolos, lejos de ser simples elementos ornamentales, encarnan nuestras raíces, nuestra memoria y las historias que nos han traído hasta aquí. Por eso, uno de los deseos más sentidos para el próximo año es que Gijón siga dando pasos firmes en la puesta en valor de lo que nos define como ciudad y como parte esencial de España.
En este contexto, en enero de 2024, el Pleno del Ayuntamiento acordó la instalación de una bandera de España en un lugar visible de la ciudad, tal y como ocurre en otras muchas localidades de nuestro país, como Oviedo —donde el alcalde Alfredo Canteli la colocó en 2019 en la Plaza de la Escandalera—, o Santander. Desde el Partido Popular, creemos que este debe ser el año en el que se cumpla este acuerdo y se proceda, finalmente, a hacerla realidad.
Porque la bandera, por mucho que algunos se empeñen en denostarla, no es un simple trozo de tela: representa a nuestra nación y su continuidad histórica a través de las diferentes generaciones de españoles a lo largo de los siglos. Gijón y Asturias son parte consustancial de esa historia, y en este lado de la cordillera, ser asturianos es, sencillamente, nuestra forma de ser españoles.
Siguiendo esa misma línea de respeto hacia lo que somos y hacia quienes han contribuido a engrandecer nuestra identidad colectiva, Gijón tiene todavía una deuda pendiente: rendir homenaje a uno de sus hijos más ilustres, Arturo Fernández. El actor, nacido junto a la Puerta de la Villa en 1929, dejó un legado imborrable en el teatro y el cine español, llevando siempre con orgullo el nombre de su ciudad allá por donde estuvo.
La iniciativa para erigir una estatua en su honor surgió desde la sociedad civil y recibió un apoyo popular extraordinario: más de 30.000 firmas avalaron la propuesta de instalarla frente al Teatro Jovellanos, un lugar emblemático para el actor.
Desde el Partido Popular proponemos ubicar la escultura en uno de los bancos del Paseo de Begoña, sentado y de espaldas al teatro, de modo que, además de perdurar para la posteridad, la obra se convierta en una pieza icónica que, junto con el Jovellanos al fondo, ofrezca una estampa tan simbólica como atractiva, destinada a ser fotografiada y apreciada por vecinos y visitantes.
En definitiva, que el nuevo año sea la ocasión para que Gijón pueda saldar estas dos cuentas pendientes: materializar el acuerdo de instalar la bandera de España en un lugar destacado de nuestra ciudad y llevar a cabo el homenaje póstumo con el que miles de gijoneses queremos perpetuar el recuerdo de Arturo Fernández.
Ambos compromisos representan gestos distintos, pero unidos por un mismo hilo: reconocer aquello que nos define. Y hacerlo es, al mismo tiempo, una manera de mirar al futuro con confianza y de construir una ciudad más cohesionada, orgullosa de su pasado y decidida a alcanzar nuevas metas colectivas.
David Cuesta García es secretario general del PP de Gijón
El festival del privilegio, podría haberse titulado el articulo
Poner en valor lo que podemos aportar a España sería destacar nuestro amor a nuestra tierra asturiana. Por tanto la bandera que procedería seria la de Asturias. Así seríamos los únicos que tuviésemos una gran bandera de Asturias en toda España en vez andar copiando a otras ciudades capitalinas
Qué desilusión!