Estudiantes y profesores decoran la fachada del centro gijonés con enseñas de dicho color, extraídos del montaje ‘Red Flags’ que su alumnado de Expresión Artística llevó a la última Muestra de Arte Contemporáneo Escolar de Asturias

Línea roja, luz roja, tarjeta roja… Bandera roja, también. Históricamente, ese color se ha asociado a la peligrosidad de según qué hechos o conductas, al establecimiento de límites, al trazado de una divisoria a partir de la cual mantener una determinada forma de obrar se vuelve inaceptable e, incluso, abiertamente arriesgado. Por esto este martes, 25 de noviembre de 2025 y, por extensión, Día Internacional para la Eliminación de las Violencias Machistas, en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Roces se ha decido abrazar la causa de la igualdad y a enarbolar la enseña en cuestión, que ya decora su fachada principal. Una iniciativa fruto de la imaginación de estudiantes y docentes, y con la que se pretende visibilizar no sólo el rechazo del centro gijonés a cualquier forma de violencia de género, sino también lo imperativo de alzar una bandera roja ante cualquier conducta que pueda llegar a ser peligrosa para la mujer. Y sin demora, además. Antes de que sus consecuencias puedan ser irreversibles y fatales.

La elección de este montaje para decorar el instituto no ha sido casual. A la pasada edición de la Muestra de Arte Contemporáneo Escolar de Asturias (MACEAS), celebrada en mayo, el alumnado de Expresión Artística del centro concurrió con el proyecto ‘Red Flags’ (‘Banderas rojas’, en inglés), un despliegue de talas del mencionado color sobre las que se plasmaron mensajes de alerta ante conductas de control y manipulación, celos y desconfianza, faltas de respeto y egoísmo, tanto en el ámbito de la pareja como fuera de él. Aquella apuesta, que recibió la visita de María Jesús Pino, coordinadora nacional de la Red de Escuelas Asociadas a la UNESCO, ha sido aprovechada ahora para incluir algunos de tales textos en la fachada. Además, a la hora del recreo los estudiantes han enarbolado ese mismo pabellón para, de ese modo, contribuir a la eliminación de la violencia de género. Una lacra que, a día de hoy, ya se ha cobrado 39 vidas en toda España en lo que va de 2025, y que sólo será erradicada con la implicación de todos los estamentos sociales.