Pese a la negativa de PSOE, IU y Podemos, el Pleno acepta la propuesta de Vox de erigir una enseña de gran tamaño en el Humedal, y de reservar un espacio de la ciudad para una futura plaza de España

Gijón tendrá su ‘banderona’. En una votación claramente polarizada, marcada por el clima bronco y la férrea oposición de posturas, Foro, PP, el concejal no adscrito Oliver Suárez y Vox han aunado esfuerzos para sacar adelante la proposición presentada por ese último partido, que prevé la instalación de una enseña de España de grandes dimensiones en la plaza del Humedal, y la reserva de un espacio en la ciudad, preferiblemente en el ‘solarón’ o en los antiguos terrenos de Naval Gijón, para la futura construcción de una plaza de España. La decisión, eso sí, se ha tomado después de que fuese rechazada una enmienda conjunta de los dos grupos que conforman el Gobierno, y que pretendían suprimir la cuestión de la plaza, y arrogarse la elección del lugar más conveniente para colocar el pabellón español.
La líder local de Vox, Sara Álvarez Rouco, ha sido la encargada de detallar la razón de ser de la doble petición, comenzando por lo relativo a la plaza, cuya ausencia actual en la urbe le genera desconcierto. «No entendemos por qué hay calles y plazas dedicadas a muchos otros países, mientras el nombre de España se omite sistemáticamente en el callejero», ha reflexionado, convencida de que, «si en Gijón caben todas esas nacionalidades, con más motivo nuestra España debería tener sitio». Más tajante aún ha sido al referirse a la bandera, cuya presencia «va más allá de las ideologías», en un contexto en el que, «cada uno desde nuestra óptica pretendemos la mejor versión de España. Mostrar la bandera es todo un anuncio, un recordatorio de por qué estamos aquí, y de que, por muchos conflictos o diferencias de opinión, todos vivimos bajo el paraguas constitucional».
Su principal aliado en la sesión de esta mañana ha sido Foro, a quien ha puesto voz el edil Jorge González-Palacios. «Gijón es una ciudad de un país llamado España, y nuestra nación tiene por símbolo una bandera», ha expuesto en origen. En su opinión, dicho emblema «significa algo tan básico como el conjunto de nuestros derechos y libertades, aunque algunos quieran hacer ver lo contrario». En ese punto, ha lanzado una andanada contra los «señores de la izquierda», a los que ha acusado de «haber renunciado por incomparecencia» a ese afán integrador, lo que «inhabilita el pataleo». Ahora bien, no ha dejado de remar a favor de que «no haya imposiciones respecto a su ubicación, que debería ser pertinente y consensuada». Por último acerca de la plaza ha destacado que «no es responsable definir el nombre de un proyecto cuando aún se encuentra en desarrollo». Como se ha dicho ambas acotaciones, recogidas en la enmienda conjunta, han sido, a la postre, rechazadas.
«En su pequeña y retrógrada España no cabemos todos», afea la izquierda local

Como era previsible, el resultado ha alentado una severa crítica por parte tanto de Podemos, como de Izquierda Unida (IU) y del PSOE, cuyos portavoces han censurado la pertinencia y utilidad de la medida, y el afán de la derecha de apropiarse del emblema del Estado. En el caso de la primera de esas tres fuerzas de izquierdas, la concejala Olaya Suárez ha protagonizado la reacción más encendida, acusando a Vox de propugnar la instalación de «una bandera bien grande para tapar sus deficiencias», y de revelar con eso su «complejo de inferioridad». Más aún, Suárez ha afeado a Rouco que «en su pequeña y retrógrada España no cabemos las mujeres, las personas LGTBI, los ‘rojos’, quienes hablan otras lenguas… Ustedes y sus acólitos han usado esa bandera como arma arrojadiza». Del mismo modo, ha recordado a la alcaldesa, Carmen Moriyón, que «en 2014 su propio Gobierno desestimó un riego del PP en ese sentido», y ha concluido sentenciado no querer que «las arcas públicas de Gijón estén para pagar caprichos nacionalistas. Traen proposiciones patrioteras, que no patrióticas. Trabajen un poco por esa España a la que tanto dicen amar».
Ese último guante ha sido recogido por su homólogo de IU, Javier Suárez Llana, quien entre sonrisas ha lamentado ante Rouco que, «cuando le dije en el Pleno de diciembre que había que venir a trabajar, no me refería a esto». Para él, la mejor versión de España es «la que sube el salario mínimo interprofesional, la que amplía derechos a las mujeres y al colectivo LGTBI, la que aprueba una ley de garantías para una muerte digna… No la que se enorgullece de la actitud acomplejada de lucir su bandera». Además, seguro de que, a día de hoy, en Gijón «hay banderas donde tiene que haberlas», no ha ocultado que su partido, «heredero del Partido Comunista y de raíces netamente republicanas, no tiene ningún problema con la bandera, ni con la Constitución». Y ha zanjado su alegato crítico invitando a Rouco a que «lecciones a la izquierda de qué es defender España, pocas».
Tampoco Luis Manuel Flórez, ‘Floro’, líder del PSOE gijonés, ha visto con buenos ojos la doble propuesta. Su argumento sobre la oportunidad ha coincidido con el de Llana, enfatizado con la idea de que la enseña «ya está presente en los edificios de la Administración local, aunque debería estar en algunas dependencias municipales donde aún no lo está». En todo caso, para ‘Floro’ la bandera pierde su valor representativo de la Constitución «cuando se utiliza de forma partidista, para dividir y no para unir». Pero, por encima de cualquier otro punto, ve en ello algo que en absoluto es «una prioridad, ya que no añade nada nuevo». Y lo mismo ha expresado en referencia a una potencial plaza de España. «Uno de los sellos de Gijón es ser una ciudad inclusiva y acogedora, y prefiero que en el resto de España, y de Europa, se nos recuerde, conozca y reconozca por ser un municipio que no deja a nadie atrás».
Foro da asco!!!