La Asociación de Vecinos de Busto recuperó las antiguas escuelas del pueblo para convertirlas en un espacio cultural y un en punto de encuentro para residentes y visitantes, sobre la premisa de que «donde hay libros hay vida»
Convertido en el gran balcón al Cantábrico del concejo de Valdés y, por ende, en uno de los puntos más seductores para el turismo de Asturias, el Cabo Busto ofrece, no obstante, mucho más que sus privilegiadas vistas y su emblemático faro. Hace ya dos años, a mediados de 2021, un grupo de intrépidas mujeres de la Asociación de Vecinos de Busto decidió dar una nueva vida a las centenarias escuelas del lugar, abiertas en 1901, y sin actividad y en estado de abandono desde 2004. Tras meses de esfuerzo e ilusión para reformar el edificio, esa idea se materializó en la Biblioteca ‘Eduardo Pérez de la Fanosa’, una auténtica luz cultural en lo alto de Cabo Busto, abierta a todos los públicos y que causa furor entre residentes y visitantes. Su pintoresca historia puede conocerse en este vídeo del Canal Prestosu de Fundación Caja Rural de Asturias.
Eva y Gema Pérez son dos de las protagonistas de una pieza que bucea en todo cuanto esta biblioteca puede ofrecer. No sólo los más de 6.000 libros que esconden sus fondos, «todos de donaciones particulares», sino también talleres, exposiciones, charlas y los que son dos de los proyectos estrella del lugar: las ‘Losas Literarias‘, una serie de textos de varios autores con las que en 2022 se ‘sembró’ la Senda de Cabo Busto, y los ‘Libros Viajeros del Faro‘, un punto de intercambio gratuito de volúmenes. «Lo hicimos por dar una segunda oportunidad a libros repetidos o que no estaban en muy buen uso; decidimos dejarlos en una caseta que tenemos en las inmediaciones del faro, por ser un lugar al que acude mucha gente, y allí se llevan unos y dejan otros», detalla Gema Pérez en el vídeo.
Desde luego, esta iniciativa ha despertado una auténtica sensación en el pueblo de Busto. Tal como recuerda Eva Pérez, «nos sorprendió gratamente que personas que jamás habían leído un libro, gente de más de setenta años, empezaron a aficionarse a la lectura; empezaron con libros sencillos que les sugerimos, y ahora están con sagas como ‘La villa de las telas'». Y las puertas siguen abiertas, tanto a nuevos usuarios como, sobremanera, a la aportación de volúmenes. «Sólo tienen que ponerse en contacto con nosotras a través de las redes sociales, o acercarse y conocer la biblioteca. Estaremos encantadas de recibirles».