La SEPI condiciona la capitalización del préstamo que se le hizo durante la pandemia a que la multinacional demuestre su viabilidad; el presidente autonómico asegura que «lo tendrán todo, pero siempre y cuando haya una planificación de futuro»

Las arenas movedizas sobre las que parece moverse Duro Felguera han tenido este jueves su repercusión en el parqué nacional. Veinticuatro horas después de que finalizase la reunión mantenida ayer por su Consejo de Administración con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y tras una subida inicial del 12,2%, a las 9.20 horas de hoy las acciones de la multinacional en la Bolsa se desplomaban un 4,2%, alcanzado un precio de 0,264 euros por título. Se trata del primer síntoma tangible de un encuentro del que los responsables de Duro Felguera salieron «muy preocupados», toda vez que el ente nacional exigió a la empresa que elabore un plan de reestructuración que garantice su viabilidad antes de hablar de capitalizar la deuda que tiene contraída desde la pandemia, y que asciende a 120 millones de euros. En suma, un escenario serio para una corporación que el pasado 11 de diciembre solicitó el preconcurso de acreedores.
«El tiempo se agota y es fundamental lograr la agilidad necesaria«, declaraban ayer desde la multinacional, tras ver arruinada sus esperanzas, expresadas públicamente el martes, de que la SEPI oficializaría esta semana su decisión de capitalizar la deuda. Concretamente, y de haber salido bien, el Gobierno nacional tendría que haber convertido en acciones los 120 millones de euros que le ‘prestó’ a Duro Felguera en mitad de la crisis del coronavirus, una maniobra que, en la práctica, otorgaría a la compañía la mayoría del capital. Ahora, con la necesidad de realizar dicho plan de reestructuración sobre la mesa, fuentes de la asturiana aseveraban este miércoles que el documento en cuestión «debe ser analizado por los accionistas; no obstante, cabe reseñar que capitalizar la deuda no basta por sí sola, porque no resolvería las necesidades de liquidez de la compañía».
«El dinero público es el dinero de todos, y ahí hay 120 millones de euros de la propia SEPI, y más de seis millones de euros de Asturias»
Adrián Barbón, presidente del Principado
En las últimas horas son varias las voces públicas que se han lanzado a ponderar lo sucedido. Y una de ellas ha sido la del presidente del Principado, Adrián Barbón, quien ha tachado de lógica y comprensible la exigencia de la SEPI. «Es normal que exija un plan de viabilidad, un plan de futuro de la compañía, porque el dinero público es el dinero de todos, y ahí hay 120 millones de euros de la propia SEPI, y más de seis millones de euros de Asturias«, ha recordado el dirigente. En consecuencia, a pocos debería resultar sorprendente que se requiera a los propietarios de la compañía que «hagan una planificación si quieren más ayudas». No obstante, Barbón ha remarcado que, por parte institucional, «lo tendrán todo, pero siempre y cuando haya una planificación de futuro«, rechazando, pues, dar «dinero a cambio de nada«.
Ampliando aún más el foco, el presidente autonómico ha reconocido preocupación «por el impacto que tiene en términos de empleo» pero también porque «el dinero público no se puede derrochar». «Todo dinero público que se precie tiene que tener una contraprestación de un plan de viabilidad de Duro, y ahí le corresponde a la compañía«, ha detallado. Y ha finalizado con la confirmación de que desde su equipo «siempre haremos de mediadores entre el Gobierno, entre la SEPI, y la propia Duro, pero yo creo que es claro la necesidad de que presenten un plan de viabilidad».