Una buena paella de marisco, un orgullo merecido y evidente, y la hospitalidad que sólo la Sociedad Recreativa puede ofrecer fueron los denominadores comunes de una velada que incluyó la entrega de una placa conmemorativa al presidente de la entidad en la ciudad, José Ramón Fiaño
Sesenta años, medio siglo más una década, no se cumplen todos los días… Y, por descontado, llegar a tan venerable edad merece todas las celebraciones que se puedan concebir. Caja Rural de Gijón acaba de alcanzar dicha efeméride. Por ello, este miércoles la Sociedad Recreativa ‘La Boya’ agasajó a sus responsables con un suculento almuerzo de homenaje en su sede de El Bibio, a base de paella de marisco, reconocimientos, anécdotas, risas y, en definitiva, ese ambiente de única fraternidad que sólo la entidad gijonesa es capaz de dispensar. Y lo cierto es que no faltaron personalidades a la cita… Además de José Ramón Fiaño, presidente de Caja Rural de Gijón; de Antonio Migoya, director de la Fundación de la misma, y de Juan Mayor, jefe de su Área de Negocio, estuvieron presentes el director de la Fundación Sporting de Gijón, Alfonso Rodríguez; el presidente del Club de Tenis, Tito Cueto-Felgueroso, y su homólogo al frente del Club Hípico Astur, Mario Vigil. Todos y cada uno de ellos disfrutaron de la velada, y aplaudieron el gran hito de despedida: la entrega a Fiaño, por parte de José Ramón ‘Monchu’ González, presidente de ‘La Boya’, de una placa conmemorativa del aniversario.