Con el retraso de unos meses con respecto a la fecha habitual «por el gran y terrible problema de la DANA», la sociedad recreativa celebró el miércoles el almuerzo anual de hermandad con representantes del Ejército, Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local

El buen ambiente y el buen olor que salía de los fogones se entremezclaban en el coqueto espacio de la Sociedad Recreativa La Boya en El Bibio. Conversaciones mientras llegaban los más rezagados que no encontraban aparcamiento en la zona iban fluyendo mientras en la cocina Raphael Fernández y Paco Martín ultimaban la comida. De entrante, para pinchar de pie, bocartes y croquetas de jamón. Eran las primeras delicias con las que este grupo de amigos agasajaba, como todos los años, a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
«Este 2024 no lo pudimos hacer debido al gran y terrible problema de la DANA, no era plan de divertimento ni nada, así que decidimos trasladarla. La DANA sigue igual, están un poco mejor, pero bueno, hay que reconocer las cosas», explica su presidente, José Ramón ‘Monchu’ González. Entre los asistentes a la cita de ayer, los militares Juan Luis González, coronel delegado de Defensa de Asturias; Minervino Pérez, coronel al mando de la Residencia Militar de Oficiales de El Coto; y el coronel Luis Segura. También el coronel de la Guardia Civil Francisco Puerta; los tenientes coroneles de la Benemérita Rubén Flores y Manuel Montes; y Francisco José García, capitán de la Guardia Civil de Llanes.
En representación de la Policía Nacional, el Jefe Superior de Policía de Asturias, Jorge Ignacio Moreno, y Jesús Marcos, comisario jefe de Seguridad Ciudadana de Gijón, además de Alejandro Valverde, ex comisario de Policía de Avilés. También acudieron Alejandro Gallo, jefe de la Policía Local, y Vicente Alonso, intendente de la Policía Local. «Ésta es una comida de hermandad, para reconocerles su labor, por lo menos aquí en Asturias», destaca Monchu.
Todos los comensales, un total de 30, disfrutaron, además de los entrantes, de fabes con rabo de toro de primero, rabo de toro con patatas fritas de segundo y casadielles con helado de tutti frutti de postre. Una agradable comida a la que siguió una sobremesa en la que los temas de conversación fueron sucediéndose.