“Si activando el nivel 1 de alerta se consigue disminuir la concentración de PM10, se obliga a la industria a que sea más cuidadosa y se reduce el trafico, ¿por qué no se deja activado permanentemente?”
El Principado lleva realizando estudios desde el año 2016 sobre las enfermedades que provoca respirar aire contaminado. El más reciente, denominado “Calidad del Aire y Salud en Asturias, informes epidemiológicos”, acaba de publicarse en la página de Astursalud. Los expertos consultados por este periódico que han participado en el trabajo, confirman que “está demostrado que la contaminación está asociada a mayores ingresos en hospitales y también que agudiza las enfermedades crónicas”.
En concreto, son cuatro los principales contaminantes medidos en la red automática de estaciones de calidad del Aire (SO2, NO2, O3 y PM10) que tienen relación directa con el número de ingresos hospitalarios en 6 enfermedades respiratorias (infección respiratoria aguda, neumonía, bronquitis y bronquiolitis, bronquitis no especificada y bronquiectasia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma) y 7 enfermedades circulatorias (infarto agudo de miocardio y angina, insuficiencia cardiaca, trastornos de conducción y disritmias cardiacas, hemorragia cerebral, estenosis y oclusión cerebral y enfermedad cerebral mal definida).
Las PM10 son partículas en suspensión de entre 2,5 y 10 micras emitidas por la industria, cuyos valores límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud es de 20ug/m³ de media anual. Las PM 2,5, partículas en suspensión de menos de 2,5 micras, también producen efectos muy graves para la salud por su gran capacidad de inhalación a través de las vias respiratorias. A estas se suman las partículas N02 que provienen de la circulación de vehículos.
Conocidos los contaminantes y su procedencia, la pregunta es: ¿Cómo reducirla? Hace 7 años, el diagnóstico que formaba parte del Plan de Asturias de Salud y Medioambiente (PASYMA), marcaba el camino a seguir para reducir las emisiones: Elaboración de un plan general de movilidad para la zona central de Asturias, mapas de riesgo atribuible de contaminantes atmosféricos, integrar criterios medioambientales en todas las etapas de los procesos de compra y contratación de la Administración, implantar en la industria las mejores técnicas disponibles y tener inflexibilidad absoluta en el cumplimiento de la normativa.
Gijón mantuvo activado durante 11 días el Nivel 1 del Protocolo Anticontaminación
La medida forma parte del Plan del Aire de Gijón, que obliga a activarlo cuando se producen episodios prolongados de contaminación, es decir, cuando la concentración de partículas es superior a 35 microgramos por metro cúbico (g/m3) de PM 2,5 (partículas de diámetro inferior a 2,5 micras) o de 50 g/m3 para las PM 10 (diámetro inferior a 10 micras) durante tres días en, al menos, una estación de la zona y, si simultáneamente, existe previsión de fenómenos meteorológicos que dificulten la difusión de contaminantes: estabilidad atmosférica, inversión térmica y ausencia de lluvias. La activación del Protocolo obliga a las empresas de la zona como Arcelor Mittal, EDP, la Autoridad Portuaria o la fábrica de cementos Tudela Veguín de Aboño, entre otros, a tomar una serie de medidas para reducir sus emisiones contaminantes. Estas consisten en extremar las precauciones en los procesos industriales susceptibles de generar emisiones, realizar riego de viales, y, en el caso de las zonas portuarias, humedecer permanentemente los acopios de graneles, viales y demás focos de emisión difusa. En lo que se refiere a la movilidad, se limita a una velocidad de 120 km/h a 90 km/h en las carreteras de la red estatal y autonómica del oeste, y la prohibición de la circulación de vehículos pesados que transporten graneles de tipo arenoso por la avenida Príncipe de Asturias. El Protocolo se desactivó el día 24 debido a que la lluvia caída ayudó a “limpiar” la atmósfera. Hoy, lunes 27 de febrero, los indicadores señalan que la calidad del aire en Gijón está en el nivel “razonablemente buena”. Sin embargo, que llueva no es la solución a los problemas de la contaminación en la zona oeste de Gijón. Y parece que poco o nada se ha avanzado para cumplir las recomendaciones de los expertos.
Las recomendaciones, “papel mojado” y los incumplimientos de la normativa, “permanentes”
En marzo de 2021, el Principado aprobó un plan específico de lucha contra la contaminación a corto plazo en la zona oeste de Gijón con especial incidencia sobre el área de Jove, Pescadores, Muselín y Lauredal, así como parte de La Calzada y El Cerillero que preveía la inversión de 9,9 millones de euros y la puesta en marcha de 25 medidas hasta finales de este año 2023. Entre ellas, una serie de inversiones como la implantación en el sínter B secundario de Arcelor, mejoras en el suministro de agua a los muelles del Musel para disminuir las partículas sólidas en suspensión y la pavimentación y apantallamiento de diversas zonas. A falta de nueve meses para finalizar el plazo, ninguna de estas actuaciones se ha ejecutado.
De ello dan fe desde la Coordinadora Ecologista de Asturias, que realiza un seguimiento permanentemente tanto de las mediciones del aire de las estaciones repartidas por toda Asturias como de la actuación de empresas y administración. Durante el mes de febrero, cuenta Fructuoso Pontigo, “las mediciones de todas las estaciones de Asturias han superado los límites permitidos. El incumplimiento de la ley es constante”. Pontigo lo tiene claro, “las empresas que contaminan lo saben y no hacen nada para evitarlo. Con los avances de hoy en día, hay soluciones técnicas para todo”. Pontigo pone el foco especialmente en Arcelor Mittal a la que acusa de “actuar con impunidad ante la inacción de las administraciones. No entendemos cómo se le permite que en vez de poner filtros, construya una chimenea para que la contaminación llegue más lejos”. A la falta de ejecución de las obras previstas, se suma otra larga lista de incumplimientos de los objetivos recogidos en el Plan: faltan inversiones en la vigilancia de la calidad del aire, más inspectores medioambientales que controlen a las empresas, no hay colaboración entre instituciones… Expertos y ecologistas coinciden en dejar una pregunta para el debate en el aire: “Si activando el nivel 1 de alerta se consigue disminuir la concentración de PM10, se obliga a la industria a que sea más cuidadosa y se reduce el trafico de transporte pesado junto a zonas pobladas, ¿por qué no se deja activado permanentemente?”.