CCOO y SUATEA emiten un comunicado conjunto compartiendo dichas opiniones, y anuncian que entregarán el escrito a la Consejería de Educación «próximamente»; las quejas abarcan desde un «estilo directivo autoritario», hasta la «imposición de metodologías de trabajo»

Pues sí… Algo, y no precisamente bueno, parece estar ocurriendo en el IES Roces. Un mes después de que el Comisiones Obreras (CCOO) y el Sindicatu Unitariu y Autónomu de Trabayadores de la Enseñanza d’Asturies (SUATEA), amparándose en un informe emitido por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, levantase la libre de la existencia en dicho centro de prácticas que colocarían a parte del equipo docente en situación de «vulnerabilidad», y pese a los esfuerzos de Jefatura de Estudios por negar tales acusaciones, la cruzada iniciada por las entidades sindicales ha ganado nuevos adeptos. Y es que ambas organizaciones han hecho llegar a los medios de comunicación un escrito conjunto en el recogen el apoyo a tales denuncias mostrado por 35 exdocentes del instituto en cuestión, incluida más de una docena de exjefes de departamento. El texto en cuestión, aseguran en SUATEA y CCOO, será presentado a la Consejería de Educación «en próximas fechas», a fin de motivar una intervención de la Inspección Educativa.
«En el IES Roces sí pasan cosas», afirman los profesores firmantes, que coinciden en señalar el año 2018 como el punto de inflexión; exactamente cuando las actuales directora y jefa de estudios asumieron sus respectivos cargos. Hasta ese doble nombramiento, «la convivencia y el trabajo habían sido positivos, y existía un buen clima laboral». Sin embargo, desde entonces se aplicó «un estilo directivo autoritario», que se traducía «en la imposición, por parte del equipo directivo, de decisiones de todo tipo; en una insuficiente gestión democrática; en imposiciones pedagógicas de participar en programas del centro, y en rigidez y falta de flexibilidad». A ese respecto, inciden en que «no se admitían sugerencias, opiniones o cuestionamientos», y se prescindía «de la escucha activa», lo que propiciaba un ambiente «tenso y negativo» que «se hacía casi imposible», y que llegó a degenerar en «un goteo de traslados del profesorado hacia otros centros educativos».
Todo ello, resumido en un estilo directivo autoritario, una falta de apoyo al profesorado, la imposición de metodologías de trabajo, la sobrecarga burocrática y, por extensión, la sangría en la plantilla del centro será lo que las dos organizaciones sindicales autoras del comunicado expongan ante los responsables del área autonómica de Educación.