El tabloide británico publica un extenso reportaje en el que ensalza las virtudes de la Comarca de la Sidra, desde su gastronomía y su riqueza natural, hasta su paisajes y su rica historia; la bebida, por supuesto, ejerce de hilo conductor
Cuatro meses. Casi, a decir verdad, si bien ese total se alcanzará en cuestión de días, este mismo viernes. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde que, el pasado 4 de diciembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) concediese a la cultura sidrera asturiana la consideración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Como era de esperar, en estas dieciséis semanas los efectos de dicho reconocimiento, en forma de una multiplicación del efecto llamada, ya han comenzado a hacerse notar, tanto dentro de las fronteras regionales y nacionales, como fuera de ellas. Y uno de esos destellos de atención se ha producido en el Reino Unido. Allí, el tabloide ‘The Guardian’ ha publicado un extenso y completo reportaje firmado por la periodista Alyssa McMurtry, que canta las muchas y variadas bondades de la Comarca de la Sidra, y que ya ha cautivado a un buen número de lectores, tanto británicos como españoles; entre estos últimos, el presidente autonómico, Adrián Barbón.
En su pieza, no exenta de poesía y acompañada de un buen aporte fotográfico, McMurtry, enviada especial de ‘The Guardian’ en Oviedo, se recrea en todo lo bueno que las principales localidades sidreras pueden ofrecer al nativo y al foráneo por igual. Lastres, Tazones, Bimenes, Nava o la misma Gijón transitan por el reportaje como epicentros de una actividad, la sidrera, que, en el caso de algunos productores, acumula «un linaje que se remonta a ocho generaciones». Eso, por lo que respecta a la bebida en cuestión; pero también la cocina tiene su cuota de protagonismo, con especial relevancia de la fabada, del pote y del cachopo, por supuesto. tres manjares que la súbdita británica aplaude, aunque no sin lanzar antes una advertencia: «consumir las enormes raciones que se sirven puede dejarte tan resacoso como la propia sidra». Un sabio consejo acompañado de la explicación de un concepto tan único como el de ‘chigre’, y que da paso a su valoración de la geografía autóctona, con hincapié en las villas pesqueras, dignas de «un cuento de hadas».
Con semejantes detalles, no es de extrañar que el texto haya seducido a una amplia legión de lectores… Ni que Barbón figure entre ellos. «La verdad es que no hay semana que no se hable de Asturias, y para bien«, comenta, alegre, en su cuenta de la red social X (antigua Twitter), el paso previo a añadir que, a su juicio, dicha presencia recurrente en los medios confirma que «algo estaremos haciendo bien, la mayoría de la sociedad asturiana, para ello«. Y concluye con una reflexión bañada de lógica euforia: que, en último término, «Asturias gana«.