El equipo local venció a su rival por tres tantos a uno, un resultado que saca a las gijonesas de la Copa de la Reina; aun así, fue la ya excapitana la que acaparó todo el protagonismo, arropada por compañeras, técnicos, autoridades y oponentes
Las victorias suelen alegrar. Las derrotas acostumbran a entristecer… Sin embargo, las despedidas… Esas son las que consiguen encoger el corazón. Y ayer, al término de su partido contra el Cerdanyola Club d’Hoquei, ese sentimiento fue el que se apoderó de todo el cuadro del Telecable Hockey Club. El equipo gijonés no pudo superar sobre el terreno de juego a un local que venció por tres tantos a uno, enviando a las asturianas a casa en cuartos de final de la Copa de la Reina, pero, sobre todo, hubo de superar el trance anunciado, pero no por ello menos lamentado: el adiós de su capitana, la laureada Sara Lolo, quien, al término del encuentro, hizo oficial su retirada definitiva del deporte profesional a sus 33 años. Así era como se materializaba un anuncio hecho público hace menos de un mes, a finales de mayo, y que, al tornarse en realidad, priva al hockey gijonés en particular, y español en general, de la que ha sido una de sus más grandes figuras.
En el curso del duelo con el Cerdanyola la ya exinternacional se desempeñó bien, con la habilidad que la ha caracterizado a lo largo de estos dieciocho años de carrera. Lo mismo puede decirse de sus compañeras… El despliegue de buen hacer del Telecable no pudo ser puesto en tela de juicio pero, en último término, la calidad, la precisión en el tiro y la buena suerte sonrieron al conjunto catalán, que pasó a la fase de semifinales. Semejante balance dejaba un regusto agridulce en el paladar de las asturianas, si bien mínimo. Y es que, en cuanto el árbitro hizo sonar su silbato, todas las atenciones se concentraron en Lolo. Abrazos, lágrimas y, por encima de todo, gratitud dominaron los siguientes minutos, dibujando un momento para el recuerdo al que se sumaron, incluso, las integrantes del equipo rival, que formaron un pasillo con sus sticks, bajo el que la homenajeada rodó por última vez.
A las ovaciones se sumaba, en las redes sociales, la Real Federación Española de Patinaje, recordando que, con la marcha de Lolo, «se va una leyenda. Gracias por todo lo que has dado a nuestro deporte«.