Nueve de cada diez mujeres asturianas, menores de 64 años, que han sido diagnosticadas con cáncer de mama sobreviven a la enfermedad cinco años después de su diagnóstico

En el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, Asturias tiene un motivo de esperanza: nueve de cada diez mujeres asturianas menores de 64 años que han sido diagnosticadas con cáncer de mama sobreviven a la enfermedad cinco años después de su diagnóstico. Este dato, proporcionado por la Red Española de Registros de Cáncer, refleja los avances en la detección precoz y el tratamiento, así como la elevada participación en los programas de cribado, que en el Principado supera el 70%.
Por encima de los 64 años, la tasa de supervivencia también es alentadora, superando el 80% en las mujeres menores de 74 años. Cada año, se diagnostican alrededor de 830 nuevos casos de cáncer de mama en Asturias, una cifra que ha mostrado un aumento sostenido desde los años 90, con un crecimiento anual medio del 1,5%. Este incremento es más notable en mujeres de entre 60 y 69 años, mientras que entre las más jóvenes el aumento es menor, probablemente gracias a la eficacia de los programas de detección precoz. Desde que el programa de cribado comenzó en Asturias en 1991, ha logrado una cobertura anual superior al 85%, salvo en 2020, debido a la pandemia. La Consejería de Salud ha anunciado que, de manera progresiva, ampliará este programa a las mujeres mayores de 70 años, lo que permitirá que para 2028 todas las mujeres entre 50 y 74 años puedan beneficiarse de este sistema de detección precoz.
En la actualidad, se invita a participar en este programa a unas 150.000 asturianas, y se espera que para 2028 la cifra alcance las 200.000 mujeres. Además, el Principado está implementando un nuevo sistema de información para mejorar la gestión de las citas y facilitar el trabajo de las unidades de detección precoz.