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La plaza del Marqués de San Esteban del Mar, también plaza del Conde, es un escenario presidido por la estatua de Pelayo, con la fachada del palacio de Revillagigedo como telón de fondo. A diferencia de la Plaza Mayor, cerrada y porticada, es zona abierta, y sus losetas son “el punto de encuentro” de la ciudad, donde confluían cigarreras, pescadores, pescaderas ambulantes, estibadores, oficinistas municipales, paseantes de la calle Corrida y forasteros de los hoteles sitos en los Jardines de la Reina.
La escultura es obra de José María López Rodríguez, se instaló en 1891 y representa a Pelayo, fundador del Reino de Asturias en el año 818 y vencedor de la batalla de Covadonga en el año 822. La figura pesa cuatro toneladas, mide 2,80 metros de altura y, según la prensa de la época, se realizó con el bronce de varios cañones incautados en la Segunda Guerra de Marruecos (1859-1860). Pelayo eleva la Cruz de la Victoria en su mano derecha y en su pedestal luce una inscripción dirigida a los foráneos con este texto:
EL REY PELAYO / A LOS VISITANTES DE GIJÓN / NO PREGUNTES, VIAJERO, QUÉ O CUÁNTO HACE GIJÓN; / DI MÁS BIEN QUE ES AGRADECIDA, CUENTA QUE ES GENEROSA. / AL HONRARME HOY HONRA COMO ES DEBIDO A LOS ANTEPASADOS / QUE, GUIADOS POR MÍ, DIERON SEÑALES DE FE A LOS PRIMEROS. / UNIDOS EN OTRO TIEMPO SALVAMOS EL ARCA PARA LOS SANTOS / Y LA PATRIA PARA NOSOTROS, CAYENDO PRONTO EL ENEMIGO. / ASÍ FUIMOS GRANDES, SUPERAMOS A TODOS LOS PUEBLOS / GRACIAS AL SANTO SIGNO DE LA CRUZ QUE TE MUESTRO. / ESTA ENSEÑA DE CRISTO VENCIÓ Y VENCERÁ POR LOS SIGLOS; / CEÑIDO CON ESTAS ARMAS EMPRENDE, VIAJERO, EL CAMINO.