Marcelino Marcos, consejero de Medio Rural, defiende la preservación del «estatus sanitario», pero los afectados cargan contra el Gobierno y exigen la supresión de las medidas adoptadas; PP y Foro se han posicionado a favor de estos últimos
Fueron horas tensas las que, en el último tercio de la tarde de este lunes, se vivieron en el Polideportivo Municipal de Tineo. Cosa lógica, hasta cierto punto, si se tiene en cuenta la inquietud que ha suscitado en toda la región en tema abordado ayer: la aparición de, al menos, cinco focos de tuberculosis bovina en distintas explotaciones ganaderas del concejo. Un escenario crítico que ha forzado al Principado a adoptar una batería de medidas para tratar de contener la expansión de la enfermedad; las mismas que ayer fueron explicadas por el mismo concejero de Medio Rural, Marcelino Marcos… Pero que, sin tan siquiera haber llegado el aludido a completar su exposición, se encontraron con la acérrima oposición de los cerca de mil ganaderos reunidos en el equipamiento tinetense. Y es que el colectivo reclama la inmediata supresión de todas las acciones de contención adoptadas hasta el momento; las mismas que, opinan, ponen el peligro la viabilidad de las explotaciones de la zona.
El abanico de tácticas que se están ejecutando incluye la limitación de los riesgos derivados del movimiento de los animales, especialmente en lo concerniente al uso de pastos comunales; el refuerzo del saneamiento en las instalaciones, y la supresión del protocolo de flexibilización, lo que, en la práctica, impone la aplicación de un segundo proceso de higienización cuando los animales retornen de dichos pastos comunitarios. Sin embargo, una de ellas destaca como la más polémica de la lista: el sacrificio de aquellos ejemplares que den positivo en los test preliminares, cuya fiabilidad los ganaderos cuestionan. En fin, medidas todas que Marcos calificó ayer como «fundamentales» para evitar la propagación de la enfermedad, proteger la salud pública y evitar que Asturias en bloque pierda la consideración de región libre de tuberculosis bovina. No obstante, para los dueños de las explotaciones entrañan el grave riesgo de que animales sanos puedan ser eliminados, con el consiguiente efecto económico para sus bolsillos.
«Cuando hablamos de salud pública no podemos andar poniendo tiritas; tenemos que tomar medidas«, declaró Marcos, acompañado por la directora general de Ganadería, Rocío Huerta. Esta última también intervino para aclarar que los protocolos, aunque duros, son impuestos a escala nacional y, por tanto, «de obligado cumplimiento», pero eso no contribuyó a aplacar el malestar colectivo. Entre el público se alzaron varios grupos e individuos aislados que, con visible agresividad, acusaron a los representantes de las distintas Administraciones de «irresponsables» y «mentirosos». No obstante, Marcos no se arredró. «Como consejero, y aunque sea de Tineo, no puedo dudar«, declaró, no sin antes acusar a ciertas organizaciones agrarias de suscitar la alarma colectiva mediante la difusión de opiniones basadas en información insuficiente. Y concluyó rescatando de la memoria los sucesos de 2021, cuando se puso fin al último zarpazo de la enfermedad en el Principado… A costa, eso sí, varios años de trabajo y grandes sacrificios por parte de los ganaderos. «No queremos volver a cómo estábamos antes; queremos atajarlo antes«, zanjó.
Entre los asistentes fue posible localizar al presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo, quien aprovechó el acontecimiento para reclamar al Gobierno autonómico que «recule y ponga una solución al problema que ha creado» con sus decisiones en las ganaderías. Con la alcaldesa tinetense, Montserrat Fernández, y el diputado Luis Venta como primeros espadas, el líder regional de los asturianos aclaró ante los medios que «no queremos que haya animales enfermos, pero tampoco que lo paguen con los animales que están sanos». En ese sentido, enfatizó la necesidad de que el protocolo «sea flexibilizado» para que «permita un control de la sanidad animal, como es lógico y conveniente, pero no a costa de las ganaderías de Tineo». Tras Queipo, que terminó solicitando la comparecencia en la Junta General de todo el equipo de Medio Rural, y del presidente autonómico, Adrián Barbón, Fernández tomó la palabra para insistir al Ejecutivo que «recapacite, porque va a llevar a la ruina a todos los ganaderos». Y finalizó lanzando un vaticinio: si no se regresa al protocolo anterior, «el sector está abocado al cierre, y si se va a pique, toda Asturias irá a pique«.
También la presidenta de Foro Asturias y alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y el portavoz de dicho partido en la Junta, el diputado Adrián Pumares, acudieron a la cita, y trasladaron a los medios de comunicación sus respectivas opiniones sobre el particular. Más prudente que su homólogo del PP, la regidora gijonesa solicitó al Principado mecanismos «viables» y, por encima de todo, un firme ejercicio de «transparencia» en lo concerniente al saneamiento en el municipio, e insistió en que «no solo es una cuestión de justicia; el sector ganadero es también un pilar esencial para la defensa de los municipios rurales y su actividad económica«. A continuación, Pumares dio un paso al frente para alertar de la situación «crítica» que sufren las explotaciones, y para afear unas tácticas, las del Ejecutivo asturiano, que «condenan a cientos de ganaderos de Tineo«. De ahí su petición final de rectificación, a la vista de que «se está poniendo en peligro la supervivencia de un sector clave» para la región.