La Comisión de Salud de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón (FAV) considera que «hemos perdido ya 25 años del siglo XXI» y pide la constitución de una «mesa de información y seguimiento rigurosa que escuche a profesionales sanitarios y usuarios»

La paralización de la ampliación del Hospital Universitario de Cabueñes llevó a la Comisión de Salud de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón (FAV) a realizar una denuncia pública de lo que considera un «fracaso absoluto». No admite que éste «se analice como una oportunidad futura salvo que desde la administración regional competente se asuma que todo lo sucedido anteriormente ha estado mal dirigido, en cuyo caso esto supondría apartar a los responsables de todo este desaguisado», aunque reconoce que la UTE conformada por el Grupo FCC y Los Álamos cuenta «con una responsabilidad enorme». «Utilizó, a nuestro entender, técnicas de chantaje para lograr compensaciones una vez obtenido el contrato público», expresa.
Así, señala que «apoyamos a la Administración por su decisión de no ceder al chantaje, pero creemos que esta decisión llega tarde, muy tarde, pues estamos a cuatro meses de la supuesta entrega final de la Fase I de la obra». «Hemos perdido ya 25 años del siglo XXI, así que esto no es una oportunidad futura, es, simplemente, un fracaso más que se suma a esta ciudad que suma fracaso tras fracaso desde hace más de 20 en grandes y en pequeñas obras», entre los que cita la depuración de aguas, los accesos al puerto, las vías férreas y PERIS históricos sin desarrollar.
Desde la Comisión de Salud de la FAV están convencidos de que «la fallida licitación del 2021 no hizo más que sumar más errores al proyecto, pues lejos de parar y reflexionar, lo único que se hizo fue recalcular en el precio del ‘ladrillo’ sin pensar en la mejora del proyecto. Solo así se explica que se hayan ido añadiendo mejoras al mismo durante el propio proceso de la obra». Por último, la única oportunidad que dice ver a esta situación es que «se cambien los modos y las formas, que se constituya una mesa de información y seguimiento rigurosa que escuche a profesionales sanitarios y usuarios para obtener el mejor hospital del momento, y que los responsables que en su día no fueron capaces de ver las necesidades sanitarias que algunos ya demandamos, no sigan en este nuevo proyecto».