La nave, operada por la naviera Fred. Olsen Lines recalará a primera hora de mañana antes de poner proa a Bilbao, a Santander y, finalmente, a Southampton, su puerto de origen

Es ley de vida: todo lo bueno llega a su fin. Y del mismo modo que el verano quedó clausurado hace ya mes y medio, Gijón pondrá mañana fin a su temporada de cruceros del año 2023. Lo hará, eso sí, con la presencia de uno de sus viejos conocidos náuticos en el puerto de El Musel: el crucero MS ‘Bolette’, operado por la naviera noruega Fred. Olsen Cruise Lines. El buque, que navega con 1.100 pasajeros a bordo, en su mayoría británicos, atracará a las siete de la mañana, y será recibido a pie de escala por un grupo musical folklórico, como ya ocurriese con sus predecesores. Además, tendrán a su disposición un puesto de información turística, a pie de barco, cortesía de InfoGijón, y un servicio de autobús al centro de la ciudad, ofrecido por la Autoridad Porturaria. Por fin, a media tarde zarpará rumbo a Bilbao, primero, y a Santander, después, antes de retornar el 19 de noviembre a Southampton, su punto de origen.
Así, con sus 237 metros de eslora, 32,25 de manga y 8,1 de calado, el ‘Bolette’ será el último visitante de placer de las instalaciones gijonesas, y el broche a una temporada que, desde su apertura, ha contado con veinticuatro escalas y más de 27.000 pasajeros. De cara al futuro, las previsiones para 2024 apuntan a que el turismo de cruceros seguirá creciendo en la ciudad, con más de treinta escalas anunciadas. El calendario, que todavía puede sufrir variaciones, comenzará el 4 abril, con la llegada del ‘Aurora’, y se cerrará en diciembre, de nuevo con el ‘Bolette’ como colofón. De esta manera, el próximo año Gijón prevé superar los 54.000 turistas de cruceros.