Dejamos a un lado las populares Letronas, las estrechas calles de Cimavilla, el imponente Elogio al Horizonte o la famosa estatua a Don Pelayo. Y lo hacemos con un firme objetivo: descubrir la otra cara de Gijón, esa que esa aleja de la gran ciudad y en la que la naturaleza cobra protagonismo. Desde la playa de San Lorenzo, con vistas al azul del Cantábrico, hasta San Martín de Huerces y el verde en todos sus matices. En total 50 kilómetros por la ruta la mar de verde, una gran desconocida para muchos, que invita a disfrutar de la parte más rural de Gijón.
La ruta la mar de verde
1. La Escalerona:
El recorrido comienza en este punto, seña de identidad de la playa de San Lorenzo. La escalera, realizada en los años treinta del pasado siglo XX, sirvió para facilitar el acceso al arenal a los bañistas que, ya en esos años, veían en la ciudad un centro de veraneo y recreo. Nada mejor para iniciar la ruta que detenerse a contemplar el azul intenso del Cantábrico. A un lado San Pedro y al otro el lugar hacia donde nos dirigimos.
2. Paseo del Cervigón:
El paseo forma parte de la senda litoral que discurre por la franja costera de Gijón. Con una magnífica visión de la playa de San Lorenzo y de gran parte de la ciudad, invita a pasear y a caminar tranquilamente. Además de bellezas naturales indiscutibles, encontraremos una serie de vanguardistas esculturas que convierten esta zona en un auténtico museo al aire libre.
3. Parque del Cabo de San Lorenzo
Llama la atención el mirador en forma de proa de buque fabricado en hormigón desde el que podemos observar, hacia el oeste, la zona de Cimadevilla, el centro histórico de Gijón y en un alto el Elogio del Horizonte. Más al occidente, la mirada nos lleva hasta Carreño, concejo limítrofe con el gijonés. En la noche se podrá contemplar el reflejo de la ciudad en el mar. Si dirigimos la mirada al este, estaremos viendo
toda la zona costera donde podemos intuir las playas de Serín, La Cagonera, Estaño y La Ñora, que jalonan el camino costero hacia el municipio limítrofe de Villaviciosa.
4. La Providencia
Obligatoria la parada en la capilla de La Providencia, construida en ese lugar como recuerdo a otra situada antiguamente en la punta del acantilado. La capilla es famosa por la romería que se celebra en ella y por la devoción de muchos gijoneses y gijonesas que miran hacia la virgen negra de La Providencia para implorar sus favores.
5. Parque Natural de Deva
Este lugar, en el que se encuentra el Observatorio Astronómico, regala unas vistas privilegiadas de todo el concejo. A comienzos de la década de 1990, el Ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias acordaron la puesta en marcha de un plan a largo plazo en el monte Deva. En la actualidad se trata de un paraíso natural abandona que afronta un plan de renovación general.
También en el concejo de Deva hay que detenerse en la iglesia de San Salvador de Deva, fundada en el 984 y única construcción del concejo que conserva restos prerrománicos. Y por supuesto en el famoso lavadero de Deva, donde las mujeres de la zona encontraban un lugar de encuentro y trabajo.
6. Parroquias rurales:
Llegamos a la parroquia de Baldornón y la iglesia parroquial deSanta Eulalia, con restos románicos a pesar de la restauración realizada en la posquerra. El siguiente destino es la iglesia románica de San Juan Evangelista de Fano, fundada en el lejano año 1.145 y que conserva restos del esplendor medieval de su construcción original en la portada: arco de medio punto y capiteles con decoración vegetal, humana y animal.
7. La Camocha:
Cuenta con el único pozo minero del municipio de Gijón. Se trata del Pozo de
La Camocha, que estuvo en activo desde 1935 hasta 2008. Una vía verde utiliza el trazado del antiguo ferrocarril minero que comunicaba La Camocha con Veriña.
No muy lejos encontramos el Picu el Sol, uno de los miradores más famosos de Gijón y desde el que se puede contemplar el mar, la Cordillera Cantábrica, Gijón, Oviedo y Avilés.
8. San Martín de Huerces:
La iglesia de San Martín de Huerces es el último punto de esta ruta antes del regreso al Gijón Urbano. El templo, de construcción moderna que imita el románico, es un mirador perfecto de todo lo recorrido anteriormente. La parte más verdemar de Gijón ante nuestros ojos.