La plataforma convocante Asturies Antitaurina ya suma más de 15.000 firmas en favor de derogar la Ley de Patrimonio Cultural de la Tauromaquia en el Congreso, ya que la regulación de los toros «está blindada» para ayuntamientos y autonomías
La sociedad asturiana está totalmente desvinculada de los espectáculos de tauromaquia, o por lo menos esa es la sensación que mantiene la plataforma Asturies Antitaurina desde el inicio de su actividad hace menos de un año en la región. Hasta la fecha contabilizan más de 15.000 firmas de asturianos en apoyo a la Iniciativa Legal Popular que busca quitar a los toros su condición como Bien de Interés Cultural (BIC), ya que esta “blinda legalmente la posible regulación o prohibición de espectáculos taurinos de las competencias municipales y autonómicas”.
La iniciativa legal busca en concreto la derogación de la Ley 18/2013 de Patrimonio Cultural de la Tauromaquia, una solicitud que a principios de febrero fue admitida a trámite por la Mesa del Congreso y que ahora requiere de alcanzar 500.000 firmas para iniciar su tramitación en la Cámara del Congreso. Las aportadas por la plataforma asturiana se recogen en distintos eventos o puntos permanentes repartidos por localidades como Avilés, Oviedo, Infiesto, Lugones, Mieres o Gijón. En esta última precisamente, las corridas de toros se convierten en tema de debate cada verano con la Feria Taurina de Begoña. Este año, la plaza de El Bibio acogerá espectáculos durante tres días desde el próximo jueves, justo la fecha elegida por la asociación para manifestarse contra lo que consideran “torturar a un animal hasta su muerte”.
La marcha comenzará en la plazuela de San Miguel a las cuatro y media y llegará hasta el coso gijonés para coincidir con el inicio de las primeras faenas a las seis y media, protagonizadas por el rejoneador Diego Ventura y Alejandro Talavante a pie acompañado de Daniel Luque. Mientras tanto, en las calles de El Bibio se reunirán los más de 70 colectivos que han confirmado su participación en la protesta: desde partidos políticos como PACMA, Podemos, IU, Verdes-Equo, Sumar, Convocatoria por Asturies o Covadonga Tomé, hasta asociaciones vinculadas a la protección animal y del medio ambiente, e incluso negocios afines a la causa. “Hay un apoyo muy grande que se ve con las firmas y la adhesión de tantos colectivos a la convocatoria del jueves, vamos por buen camino”, valora su portavoz, Fernanda Blanco.
Blanco considera que aún queda un largo camino por recorrer hasta alcanzar el objetivo de la prohibición, ya que va en contra de “la defensa de una vida y muerte digna de los animales” que promueve la Ley Estatal de Bienestar Animal y que “excluye a los toros de esa protección” al disfrutar de lo que el colectivo interpreta como “una muerte por diversión”. En ese sentido, tildan de “tibias” las medidas que el Gobierno del Principado anunció el pasado mes de abril y que buscan modificar la Ley de Espectáculos Públicos para prohibir el consumo de alcohol en la plaza y el acceso de menores, aunque celebran los primeros pasos encaminados a que “no acudan ni menores ni mayores” a una corrida. La portavoz antitaurina considera que “no tiene sentido que un menor presencie lo que se hace en una plaza”, ya que “debe tener un impacto muy importante en ellos cuando lo presencian por primera vez”. Lanza estas suposiciones basándose en el testimonio de “muchísimas personas” que se han acercado al grupo convocante en algunas manifestaciones para confesar “que los gemidos del toro les pusieron los pelos de punta, es un sonido de dolor”.
Blanco traslada de nuevo la cuestión al ruedo gijonés -el único aún activo en Asturias- extrañada porque su alcaldesa, la forista Carmen Moriyón, “teniendo una profesión que la mantiene familiarizada con el sufrimiento y el dolor” como cirujana en el Hospital de Cabueñes, y “sabiendo que el toro tiene un sistema nervioso similar al nuestro” mantenga una feria taurina marcada por la polémica en los últimos años. El debate de los toros en Gijón volvió a surgir en 2021, cuando la anterior regidora socialista, Ana González, suspendió las jornadas taurinas de Begoña por primera vez desde la Guerra Civil tras conocer el nombre de los toros ‘Feminista’ y ‘Nigeriano’ que lidió Morante de la Puebla en El Bibio ese año.
El estado de la plaza también es observado con ciertas reticencias por el grupo antitaurino, ya que “distintos informes han concluido en los últimos años que presenta un deterioro importante” y aun así se mantiene operativa “para acoger las corridas de toros”. “¿Toros sí, pero otros eventos como el Oktoberfest, la pista de hielo o Gijón Arena no?”, se pregunta la portavoz. Ante todo, Blanco aclara que desde el grupo antitaurino son los primeros en defender que el edificio histórico “no caiga en desuso” si se suspendieran los espectáculos taurinos en Gijón y consideran necesario mantener recordatorios que impliquen cierto ejercicio de “memoria histórica” sobre lo que han supuesto la consideración artística de los toros y “no volver a cometer el mismo error”.
En ese sentido, países latinoamericanos de importante afición taurina como Colombia donde los toros terminaron “prohibiéndose rotundamente” sirven como ejemplo a la portavoz. Los asturianos demuestran “están preparados” para empezar a hablar de nueva regulación legal con su ausencia. Para Fernanda, “por mucho que digan, el otro día en la taquilla solo había 3 o 4 personas y aunque la feria haya cierto público, viene mucha gente de otras comunidades”. En el Principado, en cambio, “ya hemos aprendido que eso de que “es arte, no sufrimiento” era mentira”.