Toñi y Juan Antonio forman la pareja de creadores de Duxemiel, un proyecto de apiturismo que descubre al visitante los secretos de la elaboración de ese alimento, al tiempo que alienta una forma de producción y consumo respetuosa con el entorno
Ha pasado un largo y dulce tiempo desde que la gastronomía asturiana abandonó su condición de mero placer para los paladares autóctonos, quizá también para unos pocos visitantes puntuales, y alcanzó la condición de poderoso reclamo turístico. Un cambio bajo cuyas alas, desde hace casi dos décadas, han proliferado, con mejor o peor suerte, cientos de iniciativas concebidas para aprovechar ese filón de negocio que posibilita la comida de la región. No obstante, cada vez más de ellas apuestan por imprimir a esa vertiente comercial una segunda dimensión, comprometida con la producción sostenible, el cuidado del medio ambiente, y la preservación de la cultura y costumbres asturianas de antaño. Y un ejemplo de ello es Duxemiel, la empresa de apiturismo fundada en Santa Eulalia de Oscos por el malagueño Juan Antonio y la madrileña Toñi, y en cuya historia, tan golosa como sorprendente, bucea en este vídeo el Canal Prestosu de la Fundación Caja Rural.
Con más de doscientas colmenas, Duxemiel y su pareja de impulsores ofrecen al público una inmersión profunda en el proceso de obtención de la miel. Debidamente protegidos con trajes de apicultor, los visitantes descubren la organización única de las comunidades de abejas, sus formas de elaborar el dulce néctar, el papel del néctar y del propóleo en ese conjunto… Y, por supuesto, se deleitan con una cata, en la que es posible apreciar tanto el buen sabor de la miel y de los restantes productos, como sus cualidades positivas para la salud. Es más, tal como la periodista Juncal Herrero recuerda en el vídeo, el mismo Hipócrates, allá por los siglos Y y IV antes de Cristo, recomendaba el consumo de miel para favorecer la longevidad… Y mal no le debió ir el consejo, ya que vivió la friolera de 107 años.
En definitiva, una experiencia totalmente novedosa, accesible en uno de los parajes más hermosos de cuantos alberga el Principado, y que nadie se debería perder.