Con una amplia participación desde la apertura de las dos urnas, los afiliados celebran la posibilidad de un cambio de rostro al frente del partido y, sobre todo, confían en que el resultado, dé la victoria a quien se la dé, estabilice la situación interna tras diez años de tensiones

El Recinto Ferial ‘Luis Adaro’ está hoy de fiesta. Metafóricamente, desde luego, toda vez que se trata de una ‘fiesta de la democracia’, la manida expresión que, de un tiempo a esta parte, España entera utiliza para referirse a los procesos electorales. Porque eso es precisamente lo que, desde las diez de la mañana de este sábado, se está desarrollando en el icónico espacio gijonés. Un total de 753 afiliados al Partido Popular (PP) de Gijón están llamados a participar en el Congreso Local Extraordinario y, por tanto, a depositar su voto para decidir quién será el próximo presidente de la formación en la ciudad, en sustitución de Pablo González: Andrés Ruiz, candidato predilecto del las siglas ‘azules’ y, en esencia, abanderado de un modelo de gestión continuista, o José Manuel del Pino, secundado por González y visto como un aspirante más rupturista. Y la militancia parece haber tomado conciencia de la trascendencia de esta cita… Desde que, alrededor de las doce, se instalasen las urnas en el Palacio de Congresos del ‘Luis Adaro’, la participación está siendo masiva. Incluso de récord, a juicio de algunos de los integrantes de las dos mesas electorales.
Las cifras hablan por sí mismas. Con los relojes marcando las 15 horas, 244 de los 376 electores asignados a la mesa uno, y 245 de los 377 registrados en la dos, ya habían ejercido su derecho. Los mismos candidatos han estado de los más madrugadores. Acabadas las presentaciones de los informes económico y de gestión del PP local, y después de que tanto Ruiz como del Pino expusiesen ante la militancia las líneas generales de sus respectivos programas, ambos acudieron a la recién habilitada mesa dos, que compartieron por apellido, para dejar caer sus papeletas. Tras ellos hombres y mujeres, jóvenes y adultos, veteranos leales o afiliados recientes, han ido desfilando hacia las urnas, y todavía lo hacen, con una cierta expresión de alivio en el rostro. Porque, gane quien gane (la identidad del vencedor no se revelará hasta que finalice el escrutinio, no antes de las 18.45 horas), si hay algo que el conjunto de los afines al PP aprecian por igual es que este Congreso se haya convertido en una realidad tangible después de una larga década de espera desde el último, y con una fuerza, la suya, parcialmente debilitada por las luchas intestinas que han marcado su historia reciente.

«Después de tanto tiempo, ya era hora de que nos dejasen decidir el rumbo que le queremos dar a esto«, comentaba, visiblemente contento, Alberto Espina, mientras devolvía su DNI a su cartera, una vez emitido su voto. Afiliado desde hace doce años, este vecino de Viesques es reacio a desvelar cuál de los dos aspirantes se ha hecho merecedor de su confianza, aunque concede que «el partido necesita un cambio de cara; se están consiguiendo muchas cosas en el Ayuntamiento, pero sin una estructura fuerte debajo, poco vamos a ganar en las próximas autonómicas». Cerca de él, y esperando su turno para compartir su opinión con miGijón, Liliana Neira asentía con la cabeza. Colombiana de nacimiento, aunque con quince años de residencia continuada en Gijón, y con carnet del PP desde hace ocho, para esta defensora confesa de Del Pino «esto era algo totalmente necesario; las personas no deberían ocupar un cargo como el de presidente del PP durante tantos años«. Huelga decir que, a la vista de a quién ha otorgado su confianza, Neira se declara partidaria del cambio de línea. «Es momento de confiar en otra manera de hacer las cosas«, concluye.
No todos los puntos de vista son tan mesurados, por supuesto. La reciente decisión de la Comisión Organizadora de excluir del censo a catorce de los inscritos por haber trasladado sus fichas de afiliación desde otros municipios antes de enero de 2024, incluido el ‘número dos’ en la lista de Ruiz, Adrián Carneado, ha encendido algunos ánimos. Especialmente entre partidarios de Del Pino como F. M. (por prudencia, prefiere que se nombre no sea desvelado), sorprendido de que la Comisión admitiese el reemplazo de Carneado por José María Aguirre García de la Noceda. «Esa candidatura va a ser impugnada; se ha consultado con abogados, y es nula, porque el reglamento determina que, en caso de fallar uno de los veinte nombres de la lista, no se le puede dar paso», asegura. Un punto polémico que, sin embargo, fuentes cercanas a los cuadros del partido desmienten, aduciendo que, como ya ocurriese en el Congreso de Avilés, el reemplazo de un integrante excluido por otro válido es perfectamente admisible; sobre todo si, como es el caso, cuenta con el refrendo de Génova. En cualquier caso, F. M. está contento. «Ya era hora de que nos dejaran votar. Que estemos aquí hoy ya es un éxito, porque llevamos diez años esperando a que la democracia volviese al PP de Gijón«.

Menos expeditiva que el anterior y, por extensión, más prudente en cuanto a desvelar su simpatía política, Isabel Casielles, militante del PP desde hace más de tres décadas e «intensa colaboradora», también reconoce las bondades y la oportunidad del proceso que se está desarrollando este sábado. «Me parece muy bien. Era la ilusión de los afiliados, que hubiese un Congreso; tiene que haberlos, y no pasa nada porque se opte por una renovación«, analiza con raciocinio. En su caso concreto, lo concerniente a Carneado y a los restantes trece excluidos, repartidos entre ambas candidaturas, no le parece, ni mucho menos, preocupante. «El PP cuenta con una serie de personas y órganos que supervisan exhaustivamente todos los avales, acreditaciones y documentos, y que actúan si detectan algo erróneo. Todo debe llevarse con la máxima claridad, disciplina y honestidad, y… ¿Que hay fallos? Puede, pero tratemos de que sean los menos posibles», concluye.
Al margen de esa masa crítica conformada por el votante de a pie, muchos han sido los cuadros del PP local que han sido vistos hoy en el ‘Luis Adaro’, como los concejales gijoneses Jorge Pañeda, Abel Junquera y Guzmán Pendás, o Carlos Álvarez, presidente de Nuevas Generaciones en la ciudad. Para este último, que en lo personal se ha revelado más cercano a Ruiz, lo único bueno de esta demora de diez años, «impuesta por las circunstancias, pero aun así excesiva», está siendo «que la afluencia es la que es; la participación está resultando masiva, y es fácil imaginar el entusiasmo después de tanto tiempo«. Nada más retirarse Álvarez, reclamaba la atención de este diario M. L., votante de a pie y amigo del anonimato, para clamar, aunque sin aportar pruebas al respecto, que «el cambio va a llegar hoy, sí o sí. Esto que tenemos ahora, y lo de Ruiz, es ‘cherinismo’ puro; ya está bien«. Una referencia directa a María Mercedes Fernández González, ‘Cherines’, quien lideró el PP asturiano entre 1989 y 2000, y optó a la presidencia del Principado en 2012 y 2015, siempre envuelta en polémicas internas.
¿Satisfechos? Eso lo dirá usted… Con afiliados que han cambiado y traspasado su ficha desde Pola de Lena, Villaviciosa… Gentes venidas desde la mismisma Bruselas en exclusiva para la participación y coordinación del congreso. Otros a los que se ha «pagado» su vuelo desde Barcelona o su transporte desde Madrid para votar en el Congreso.
Si tenemos en cuenta los antecedentes de aquel congreso de la Escuela de Hosteleria, si estamos más satisfechos, pero no, no damos por finalizados ni muchos menos. Esto no acaba aquí porque sinceramente creemos que otra manera es posible de hacer las cosas, sin amenazas ni presiones ni intimidaciones. Con LIBERTAD, entre todos.
Por cierto, que hacía ADRIAN CARNEDO con la acreditación colgada al cuello desde primera hora de la mañana como participante. No se supone que Genova le había apartado. ¿Habrá votado? Suena todo a chamusquina. como siempre todo lo que se relaciona a CHERINES.