Todas las proyecciones realizadas en Gijón lograron llenos absolutos, lo que consolida la propuesta como «un referente dentro de la programación cultural veraniega de la ciudad»
El telón ha caído, las luces se han encendido… Y el sabor de boca dejado es, indiscutiblemente, bueno. La Muestra de Cine Documental Musical de Gijón celebró una nueva edición con un rotundo éxito de público, alcanzando el 100% de ocupación en todas sus proyecciones. Un dato que, a juicio de sus organizadores, confirma la consolidación de la cita como «un referente dentro de la programación cultural veraniega de la ciudad y como espacio único para descubrir el poder de la música a través del cine».
La programación de este año incluyó títulos de gran diversidad temática, que abarcaron desde viajes musicales internacionales hasta homenajes a figuras clave de la cultura española y revisiones de movimientos artísticos. Con un público «entregado» y una programación «diversa», la Muestra de Cine Documental Musical «refuerza su vocación de ser un espacio de encuentro entre cine, música y memoria colectiva, generando reflexión y disfrute en igual medida». No es extraño, pues, que la organización celebre la excelente acogida y el lleno absoluto de esta edición, reafirmando su compromiso «de seguir acercando cada verano las mejores propuestas del cine documental musical al público gijonés».
El auge del documental en los últimos años, impulsado por la democratización de las herramientas audiovisuales y el creciente interés del público por la no ficción, ha propiciado un terreno fértil para el desarrollo del cine documental musical, un subgénero con identidad propia que combina narración cinematográfica y creación sonora. La Muestra de Gijón ha sabido situarse en este contexto como un escaparate privilegiado de obras nacionales e internacionales.