La diseñadora gijonuda Gabriela Rose conquista las pasarelas neoyorkinas
De casta le viene al galgo, y a Gabriela la pasión le viene heredada por una abuela que cosía como los ángeles. Con catorce años ya soñaba con vivir entre costuras y que sus diseños tomaran las barricadas de las pasarelas más importantes del mundo. O, al menos, poder vivir de un sueño al alcance de muy pocos. Así, con la ilusión de una niña por bandera, mucho trabajo y más talento, Gabriela Rose creó Paniculata, su propia marca de ropa. Y ayer, con la alevosía de la madrugada española por el cambio horario, sus diseños se subieron a la tarima de la New York Fashion Week. Otro sueño conquistado a base de puntadas.
No es la primera vez que sus diseños lucen en algún evento de este calibre. Fue en 2019 cuando Isla Bonita Moda la eligió como diseñadora dentro de su sello para participar en la Madrid Bridal Fashion Week. «Llevaba tiempo confeccionando vestidos a medida, pero gracias a este desfile pude dar el salto a bridal, y a día de hoy he trabajado en numerosos vestidos de novia y también en los accesorios como el velo». Pero anoche, en la ciudad que nunca duerme, lo hizo con su propio sello. Paniculata ya vive el sueño americano. Y todo le llega a velocidad de crucero, más rápido aún que el paso de las modelos que lucen sus diseños en las pasarelas. Entre sus logros, a pesar de su juventud, luce su primer desfile privado en el Club Financiero de Génova en Madrid, el primer premio a mejor colección de Diseñadores Jóvenes de Isla Bonita Moda a nivel Nacional, el mencionado desfile en la Madrid Bridal Fashion Week o vestir a Mª Ángeles, cantante del grupo Camela, en su concierto de apertura de gira en el Wizink Center el 2020.
Ya le quedan pocas cimas que alcanzar, aunque los sueños siempre la alimentan. Crear el vestuario de una película es uno de los más grandes. Aunque claro, nada como «vestir a Beyoncé en una de sus giras«. Y, cómo no, «tener, en un futuro no muy lejano, una flagship store Paniculata en España».