Casi 15.000 personas disfrutaron del concierto ofrecido por el dúo catalán en el parque de los Hermanos Castro, mientras que en Poniente la manchega sedujo a una nutrida legión de fans con los temas de su nuevo disco, ‘El abrazo’
Las ilusiones se cotizaban ayer al alza. El cartel de ‘Completo’ colgaba, metafóricamente, desde finales de abril. Los más fieles llevaban buena parte del sábado apostados frente al parque de los Hermanos Castro, a pocos metros de la entrada al recinto del festival Gijón Life, epicentro del gran evento. Y cuando, pasadas las diez y media de la noche de ayer, llegó el gran momento, toda se expectación se vio plenamente recompensada. En un concierto para el recuerdo, que la mayoría de los cerca de 15.000 espectadores allí reunidos jamás olvidará, el grupo catalán Estopa, formado por los hermanos David y José Manuel Muñoz, hizo estallar los ánimos del público con la revisión de algunos de sus temas más emblemáticos, algo muy apropiado en el año en que el dúo cumple sus primeros veinticinco años sobre los escenarios. Eso sí, no fue el único punto de la ciudad en el que la tierra vibró… Unos pocos kilómetros hacia el este, en Poniente, la manchega Rozalén conquistaba a una amplia legión de fans con ‘El abrazo’, su último disco. Dos actuaciones, en opinión de muchos, a la altura del arranque de una Semana Grande que, nunca está de más recordarlo, sólo acaba de empezar.
El de los Muñoz fue, de lejos, el evento más llamativo, y también más complejo, de los dos programados. Prueba de ello fue el amplio despliegue de seguridad formado alrededor del parque, con sus integrantes aguzando la vigilancia por partida doble, a tenor del trajín humano que entraba y salía del cercano Recinto Ferial ‘Luis Adaro’, inmerso en la 67ª Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA). Algo que no impidió que, ya desde el mediodía, decenas de incondicionales permaneciesen instalados en el paseo Doctor Fleming, acomodados en sillas plegables y tumbonas, y tirando de gorras, sombreros, sombrillas y paraguas para combatir el sol. Entre ellos figuraba Herminia Rodríguez, llegada de la corverana Cancienes con su hijo con un doble propósito: disfrutar del concierto, por un lado, y devolver a Estopa una toalla que el dúo le arrojó en una actuación ocurrida hace veintitrés años… A cambio, eso sí, de hacerse una foto con su pequeño. Si esa última meta se consiguió, o no, es algo que miGijón todavía no ha podido confirmar…
Lo que sí se confirmó es que los catalanes mantienen intacta su capacidad para desatar el furor de su público. Sin incidentes que reseñar, y en un clima festivo aderezado con toques de nostalgia, Estopa interpretó algunos de sus clásicos más conocidos, como ‘Por la raja de tu falda’, ‘Vino tinto’ o ‘Como Camarón’. La audiencia probó estar a la altura, tanto la concentrada en el recinto del Gijón Life, como la que seguía el espectáculo desde el exterior. Miles de voces corearon las archiconocidas letras, las mismas que han aportado ritmo a toda una generación. Los artistas tampoco se quedaron atrás en su entrega, hasta el punto de compartir un muy aplaudido deseo de que «el Sporting suba a Primera»: Y para cuando, bien entrada ya la madrugada, sonaron los últimos acordes, los allí reunidos, exhaustos, pero eufóricos, obsequiaron a los Muños con una ovación que hizo temblar el suelo del parque.
Mientras tales escenas se desarrollaban en el Hermanos Castro, en Poniente Rozalén, de nuevo en una ciudad en la que ya es conocida y querida por igual, desplegaba su indiscutible talento para la actuación. Su más reciente trabajo, ‘El abrazo’, monopolizó un concierto en el que, como en el caso de Estopa, también hubo hueco para canciones más veteranas. En todo caso, lo que la manchega sí hizo fue poner a prueba su reconocido talento para cambiar de estilos, géneros y registros en una misma actuación… prueba de la que salió airosa. Como en el caso de los catalanes, también ella se ganó una marea de aplausos digna de permanecer indeleble en su memoria. Ahora sólo queda comprobar si, en la segunda jornada de la Semana Grande, esta noche, desde las once, el asturiano Rodrigo Cuevas logra el mismo apoyo con su ‘Manual de romería’. Por el momento, muy pocos dudan de que así será…