Se crean además áreas de prioridad no motorizada, en las que se va a priorizar aparcamientos para residentes y se busca evitar el desplazamiento de paso, a lo que se une las Zonas de Bajas Emisiones
Este martes se aprobaba en Junta de Gobierno local del borrador del Plan de Movilidad Sostenible Gijón 2021-2030, que contempla actuaciones que suman unos 92 millones de euros, con una importante pacificación del tráfico, especialmente de grandes avenidas, y el objetivo de reducir entre un 15 y un 10% el tráfico privado.
En cuanto a la zona ORA, se ampliará el radio de actuación y se generarán zonas naranjas exclusivas para residentes. El objetivo es reducir la presión sobre zonas limítrofes actuales, señalan desde el consistorio, aunque habrá que esperar a abrir una negociación para delimitar su ampliación.
Con estas medidas se quiere ir a un nuevo modelo de movilidad y de espacio público para Gijón, con zonas centrales de la ciudad en la que se sea más restrictivos con el coche privado. No en vano, Pineda ha incidido en que un 75% de los desplazamientos son de menos de 5 kilómetros.
Relacionado con ello, se crean áreas de prioridad no motorizada, en las que se va a priorizar aparcamientos para residentes y se busca evitar el desplazamiento de paso, a lo que se une las Zonas de Bajas Emisiones. En algunos barrios, además, se crearían áreas de prioridad residencial, como pueda ser en Moreda, Polígono de Pumarín o Viesques.
También se definen áreas singulares, como la del Piles, con un importante componente ambiental y que «necesita de una regulación específica», destacaba Manuel Pineda durante la presentación del Plan. Otra de esas áreas estará en la Milla del Conocimiento o en Nuevo Roces, donde se apuesta por reforzar itinerarios peatonales y el transporte público.
Pineda ha señalado también que, con esta serie de medidas, se quiere que el 20% de las calles alberguen al 80% de los coches. Otras medidas son implantar carriles bus y la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora, también en la avenida de la Costa, por ejemplo. En el caso de la avenida Príncipe de Asturias, se pretende que pase a ser vía urbana con un límite de 50 kilómetros por hora. «Menos vías de pasar y más vías de estar», ha remarcado Pineda, quien ha tildado de «ambicioso» este Plan de Movilidad.