El comité de empresa se reunirá mañana una última vez con la directiva para reclamar que se respeten las medidas de conciliación pactadas en el convenio
La paciencia de los conductores de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos, SA (EMTUSA), ha llegado a su fin. Seis reuniones y dos meses de espera después de que, el 22 de febrero, la dirección de la compañía pusiese sobre la mesa un preacuerdo sobre el convenio para luchar contra el absentismo e incentivar la productividad, el comité de empresa, descontento con el contenido de dicho documento, ha anunciado esta mañana la convocatoria de paros parciales en la actividad los días 15, 17 y 19 de mayo, y totales el 22 y el 25, a menos que se revisen los aspectos problemáticos del pliego. En esencia, la pretensión de los trabajadores se resume en un punto clave: que EMTUSA respete los días de asuntos propios fijados por convenio, y que no supedite su aceptación o denegación a las necesidades del servicio.
Tal como ha explicado hace escasas horas Sergio Álvarez, representante del comité, durante un encuentro convocado en la Escuela de Comercio, en la tesitura actual el 15, el 17 y el 19 de este mes los autobuses iniciarán sus rutas tres horas más tarde de lo previsto en los horarios. Más dramático aún será el escenario los días 22 y 25, cuando los paros serán completos. No obstante, queda todavía un último cartucho en la recámara, una oportunidad final de evitar llegar a semejante extremo: la reunión que mañana, a las nueve de la mañana, sostendrán con el presidente del consejo de administración de EMTUSA, José Luis Fernández, y con la concejala de Hacienda, Marina Pineda. De no dar el resultado esperado, a medianoche tendrá lugar una asamblea general de los trabajadores, en la que se ratificarán las medidas de presión.
Las peticiones que la plantilla pondrá sobre la mesa serán análogas a las de las negociaciones pasadas. La principal de ellas es el respeto a las medidas de conciliación contenidas en el convenio, y que para 2023 prevén dos días anuales de asuntos propios. En palabras de Álvarez, por ahora sólo se contempla uno, la proporción que existía el año pasado, y ni siquiera hay garantías de que se pueda disfrutar. «En el preacuerdo, la empresa condiciona la asignación de esos días a las necesidades del servicio, y ya ha habido casos de compañeros a los que se ha avisado el día antes de que, al final, no lo tendrían, pese a habérseles concedido previamente», ha aclarado.
No es, empero, el único foco de malestar en ese sentido. Desde la reunión de febrero los conductores, «como gesto de buena voluntad», han vuelto a trabajar en días de descanso y a doblar turnos para paliar la escasez de personal; esas dos soluciones también cesarán el lunes. Y es que, sobre una plantilla total de poco más de 300 chóferes, que acumulas una media de edad de entre 50 y 55 años, sólo 290 están a pleno rendimiento; el resto se hallan acogidos a jubilaciones parciales. En cualquier caso, para el comité de empresa todos esos números son «insuficientes», máxime en un escenario en el que «se proponen cambios en las líneas, que ahora mismo no pueden cubrirse». Y exigen el cumplimiento del mínimo de 310 conductores recogido en el documento.
Pero las reclamaciones de los trabajadores no quedan ahí. A mayores, solicitan una «inversión real» en la modernización de una flota que, con 86 autobuses en total, de los que seis permanecen apartados en las cocheras para posibles sustituciones, y una veteranía media por vehículo de 7,8 años, «es insuficiente, y se ha quedado obsoleta». No es casual, pues, que Álvarez y los suyos vean «con preocupación» las noticias de la no asignación de la subvención de 9,4 millones de euros en ayudas europeas a la movilidad al Ayuntamiento, dado que «la situación es crítica». Por último, piden la entrada en servicio de los baños para conductores instalados en las cabeceras de línea en Nuevo Roces, El Lauredal, Porceyo y la estación de ferrocarril, ninguno de los cuales está operativo. «Estuvieron aprobados años, los pedimos durante décadas y ahora nos dicen que falta la acometida eléctrica».
Así las cosas, todas las miradas están puestas ahora en el encuentro de mañana. «Sentimos mucho las molestias que podamos causar a la ciudadanía, pero no nos queda más remedio», ha lamentado Álvarez.