Fuentes de la empresa encargada de la obra aseguran que la intervención fue autorizada por RENFE, que retiene la administración de aquellos edificios que integran la red de Cercanías asturiana, en lugar de ADIF

El comienzo de la semana en Serín está discurriendo en ese punto en el que, como dos vías férreas que se cruzan, la sorpresa entronca con la indignación. A primera hora de esta mañana varios vecinos de la parroquia rural gijonesa alertaban a toda prisa al Ayuntamiento al toparse con una cuadrilla de trabajadores, adscritos a una empresa privada, ejecutando labores de derribo de la antigua caseta de baños de la estación de ferrocarril de la localidad. Una acción que, por sí sola, no haría saltar ninguna alarma… De no ser porque el conjunto, retretes incluidos, está integrado en el nivel uno del catálogo urbanístico municipal de Gijón desde 2019, por lo que cuenta con protección integral. La Policía Local ya ha respondido a la llamada, y ha ordenado la paralización inmediata de la obra.
El pequeño bloque en cuestión, situado a escasos metros del edificio principal, destaca por su singularidad, y no sólo en término técnico, sino también a simple vista. Construidos a finales del siglo XIX (la estación comenzó a prestar servicio el 23 de julio de 1874) por la ya extinta Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, los aseos en cuestión se concibieron siguiendo un diseño que aunaba estética y funcionalidad, con una planta rectangular, tejado de doble vertiente y amplios aleros para ofrecer protección frente al sol y la lluvia, La idea pronto se reveló exitosa; tanto es así que fue replicada en otras estaciones del país. No obstante, desde hace años tanto los retretes como el resto del conjunto permanecen clausurados y, como suele ser habitual en tales circunstancias, a merced del vandalismo. La propia caseta luce varias pintadas y daños, y su estado se había ido deteriorando progresivamente en los últimos tiempos, una situación que, en marzo de 2024, ya fue denunciada por este diario.

Fuentes de la empresa en cuestión, consultadas por miGijón, han afirmado que la labor fue encargada por la compañía ferroviaria RENFE, encargada de la administración de todas las infraestructuras pertenecientes a la red de Cercanías del Principado, si bien la propiedad está en manos de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). Por el momento, los esfuerzos de este periódico para contactar con ambos entes públicos, y tratar de esclarecer el por qué de dicha orden, no han dado frutos, ya que en ADIF remiten a RENFE, y en esta última empresa, a ADIF.