Tanto los docentes como la oposición critican que se valore a la exconsejera de Educación para sustituir a Melania Álvarez en la Cámara Alta. Espina dimitía el pasado mes de junio ante la mayor huelga educativa de la historia reciente en Asturias
Según diversas fuentes, confirmadas esta semana por el presidente del Principado, Adrián Barbón, la exconsejera de Educación, Lydia Espina, figura entre los posibles nombres que se barajan para ocupar el escaño en el Senado dejado por Melania Álvarez. En la quiniela, apuntan algunas voces, también aparecería la exalcaldesa de Gijón, Ana González.
La posibilidad de que Espina sea elegida ha provocado malestar en el ámbito educativo. Fueron precisamente las protestas del profesorado en el final del pasado curso escolar las que desembocaron en su dimisión. Desde parte del colectivo docente, este movimiento se interpreta como un “premio” tras una etapa marcada por un fuerte conflicto en la enseñanza asturiana.
Así, el sindicato CSIF expresó este jueves su rechazo, señalando que “resulta incomprensible que se premie con un escaño a quien no supo gestionar el mayor conflicto educativo en décadas y se vio obligada a dimitir por la presión docente y social”. Para la central sindical, la propuesta constituye “un nuevo desprecio a la escuela pública y un insulto a los docentes”.
Desde la oposición tampoco se ha recibido bien esta posibilidad. El Partido Popular de Asturias manifestaba también su “indignación y estupefacción” ante la eventual designación de Espina, acusando al presidente Barbón de “premiar a quien provocó las mayores movilizaciones de la historia reciente en Asturias”. Los populares hablan de “numerosas quejas” de docentes que ven la opción como una “recompensa política” tras una etapa de gran conflictividad en el ámbito educativo, y reprochan al jefe del Ejecutivo asturiano anteponer los intereses de la FSA a los de la comunidad.
Por su parte, Barbón ha recordado que la decisión final corresponde únicamente a él y que aún no ha sido tomada. El presidente se ha limitado a señalar que el proceso sigue abierto y que será él quien determine quién ocupará finalmente el escaño en la Cámara Alta.
