Desde la Asociación ‘Esto ye Ciares’ afean al Ayuntamiento que se enterasen de la pretensión por los medios, y proponen reemplazar esa opción por medidas constructivas que ayuden a solucionar el problema del estacionamiento en el barrio
El constante polvorín social en que se ha convertido Ceares ha estallado de nuevo. Y, esta vez, es el no menos constante problema del estacionamiento que padecen Gijón en general, y el barrio en particular, el que ha servido de detonador. La pretensión del Ayuntamiento de expandir las zonas afectadas por la Ordenación y Regulación del Aparcamiento (ORA) a las áreas de El Rinconín y de Ceares ha desatado el malestar vecinal en ese último lugar, cuyos habitantes contemplan con preocupación la posibilidad de que, efectivamente, la ‘zona azul’, hoy limitada a la avenida Hermanos Felgueroso, se prolongue hasta las calles Cienfuegos y Camposagrado. Semejante perspectiva, y el hecho de que desde el Consistorio nadie les haya consultado, ni informado directamente, ha acrecentado el rechazo de los lugareños a una forma de obrar que, entienden, no resolverá, ni mucho menos, la cuestión de la escasez de plazas de aparcamiento.
«Todo lo que sabemos, lo sabemos a través de la prensa; es algo que nos parece muy feo», reflexiona Víctor Carnero, presidente de la Asociación Vecinal ‘Esto ye Ciares’. La misma desde la que, en los últimos días, se ha divulgado un catálogo de reflexiones y sugerencias para contrarrestar la medida que la Concejalía de Tráfico, presidida por el forista Pelayo Barcia, estudia implementar. Dentro de esa relación destaca una idea fuerza: definir como de pago el estacionamiento en esas dos arterias «aumentará la presión sobre el resto de calles al sur de las intervenidas, como son Reconquista, Sagrado Corazón, Cirujeda, Los Ángeles o Antonio Cabanilles«. Es más, la unificación de zonas ORA «elimina el perfil de residentes, por lo que tampoco aliviará el problema al habilitar la ‘zona azul’ de nuestro barrio al resto de la ciudad». Y el que el Gobierno gijonés haya adelantado que el aparcamiento será gratuito para los residentes de Ceares no acaba de disipar el malestar colectivo. «Aunque ahora se nos venda el caramelo de la gratuidad, nada impide que en el futuro deje de serlo sin haber solucionado el problema«, temen Carnero y los suyos, que en esta maniobra no ven sino una respuesta «a los intereses económicos de la Empresa Mixta de Tráfico«, organismo administrador de la ORA en la ciudad.
Hasta aquí, las quejas, pero… ¿Qué hacer para atajar una problemática que, en cualquier caso, existe y persiste? Bien, en ‘Esto ye Ciares’ opinan que una opción factible, y bastante lógica, sería «construir aparcamientos disuasorios conectados con líneas de bus de EMTUSA», para facilitar el tránsito hacia y desde el centro urbano sin necesidad de recurrir al vehículo privado. Al mismo tiempo, sugieren «regular el estacionamiento máximo permitido, al igual que sucede en otras ciudades, del aparcamiento libre, o ‘zona blanca’«, y habilitar nuevas plazas en el extremo sur del barrio, ahora que «se prevé la construcción de cerca de mil viviendas». Por último, invitan a dotar a los efectivos de la Policía Local de Gijón «de las herramientas necesarias para retirar los vehículos abandonados», previa identificación precisa de los mismos. Un asunto no menor, como bien saben en barrio como el Polígono de Pumarín, y responsable de la pérdida por ocupación constante y no aprovechada de un buen puñado de valiosas plazas.
Eso, por lo que respecta a lo práctico y empírico, pero Carnero y sus representados también solicitan al Consistorio que mejore los cauces de comunicación con los vecinos… O, al menos, que utilice los ya existentes. En la memoria de los de Ceares siguen nítidos los días en que Manuel Aurelio Martín ostentaba la cartera municipal de Medio Ambiente y Movilidad. En aquellos tiempos «podíamos hablar, e incluso llegamos a acuerdos que mejoraron la vida en nuestros vecinos; fue cuando se estudió la posibilidad de ampliar los aparcamientos en el norte y en el centro de Ceares, para paliar las plazas que se perdían en Pablo Iglesias, a consecuencia del carril bus».
Todo eso, no obstante, ha quedado atrás y Carnero recuerda que durante la última reunión con el edil de la renombrada concejalía de Tráfico, Pelayo Barcia, celebrada en julio de 2023, «solicitamos el estudio de esa ampliación de estacionamientos, con las calles Peñalva, Reconquista, Camposagrado y el tramo de Feijoo entre Ramón y Cajal y Hermanos Felgueroso como posibilidades. Pero Barcia pasó del tema. Y eso que veníamos de una dinámica positiva con él de cuando estaba en la oposición; un salto del blanco al negro que no entendemos«. Por eso, su despedida es clara: el equipo de Gobierno cuenta con suficientes cauces de contacto con los habitantes de Gijón, como «un concejal de Distritos. Ahora queda que se dignen a usarlo…«.