El Principado llama al «consenso de ciudad», mientras el PSOE invita a mejorar los accesos por Aboño, Podemos se posiciona a favor de la movilización vecinal, Vox critica que se «siga haciendo oídos sordos» al clamor popular, y el Ayuntamiento supedita su valoración al análisis previo del proyecto
Se preveía que la pretensión del Ministerio de Transición Ecológica de estudiar un vial de Jove parcialmente construido en trinchera, aunque aún en superficie, prendería la mecha de una nueva bomba social y política en Gijón… Y esa bomba, efectivamente, ha estallado. Desde finales de la tarde de este miércoles los distintos partidos con presencia en el Ayuntamiento de la ciudad, así como el mismo Gobierno del Principado, han ido añadiendo sus puntos de vista a los expresados en un primer momento por la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), las representaciones autonómica y local del Partido Popular (PP), y el grupo local de Izquierda Unida (IU); todos ellos, por cierto, abiertamente críticos con cualquier trazado al aire libre. El cómputo general, como era de esperar, no es precisamente favorable a la propuesta del departamento que preside el ministro Óscar Puente… Aunque no es menos cierto que el grado de virulencia de las opiniones vertidas varía, y mucho, de unas formaciones a otras.
El del Consistorio ha sido, hasta la fecha, el planteamiento más prudente de cuantos se han ido conociendo con el correr de las horas. El portavoz del Ejecutivo municipal, Jesús Martínez Salvador, de Foro, compareció ante los medios para reiterar lo ya dicho a miGijón poco antes: que el equipo de la alcaldesa Carmen Moriyón «no hará una valoración de ningún asunto hasta que conozcamos el proyecto ministerial en su conjunto, y de forma oficial». Ahora bien, el edil forista sí matizó que, más allá de esa paciencia proclamada, «el Gobierno municipal se mantiene firme en el consenso alcanzado en el Consejo Social», unánimemente contrario a cualquier alternativa que no pase por el soterramiento del vial. A ese gran acuerdo también hizo referencia ayer, por el flanco del Principado, el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, a cuyo juicio el proyecto «debe contar con el consenso de la ciudad». En ese sentido, García se alineaba con la postura del Ayuntamiento al revelar que el Gobierno regional aún no ha recibido ninguna información sobre el polémico tema, y que, por tanto, la única opción es esperar a que el pliego del proyecto llegue a sus manos.
Sobre esa necesidad de esperar a que el documento íntegro se halle a disposición, algo que se espera que ocurra en la primera quincena de septiembre, se pronunciaba también Luis Manuel Flórez, ‘Floro’, líder del PSOE en el Consistorio. Sólo entonces será «el momento de valorar las diferentes alternativas que se nos propongan, y debatir sobre ellas», reflexionaba ‘Floro’, si bien la posición de partida del grupo socialista «sigue siendo la misma: no al vial en superficie, trabajando en alternativas a los accesos a El Musel y, sobre todo, teniendo en cuenta la opinión de los vecinos afectados». En última instancia, su punto coincide con los decidido en el Consejo Social, aunque añadiendo esa derivada, tradicionalmente presente en las reivindicaciones del PSOE, centrada en «la mejora de alternativa ya en funcionamiento, que es el acceso por Aboño». Finalmente, para ‘Floro’ y los socialistas gijoneses la avenida Príncipe de Asturias «debe convertirse en un bulevar urbano», de modo que tanto la propia vía, como quienes residen en sus inmediaciones, dejen de sufrir «el paso de los camiones» de una vez por todas, después de «treinta años de especulaciones».
El tono se endurecía en el momento en que Vox entraba en la ecuación. Su portavoz en el Pleno gijonés, Sara Álvarez Rouco, pasaba a la ofensiva frontal contra el Ministerio, acusando a sus representantes de que «ven y oyen que todo el mundo está en contra de su proyecto, y ellos siguen haciéndose los sordos». Ante semejante tesitura, continuaba ayer Rouco, «nos da vergüenza ver como se está desarrollando este proceso, que comenzó con Barbón y Sánchez mintiendo con todo el descaro en la campaña electoral, y sigue ahora con el descarte de las promesas hechas». Ahora bien, la concejala de Vox añadió su propio guante al lanzado por Jorge García, y llamó a alcanzar una solución consensuada que, en la práctica, solucione los actuales inconvenientes de contaminación y tránsito en la Zona Oeste. «Por mucho que se escondan detrás de supuestos problemas técnicos o de seguridad para el entorno, no es de recibo que insistan en sacar adelante este ‘proyecto de la discordia’ en el área más castigada de la ciudad. Ni Gijón merece este desprecio, ni así se resolverán sus problemas de contaminación», concluía Rouco.
También desde Podemos el malestar se hacía evidente, añadiendo, además, nuevos argumentos a la crítica colectiva. Porque, a juicio de su concejala, Olaya Suárez, un vial de Jove en superficie «partiría ese barrio en dos, y no evitaría la contaminación acústica, ni tampoco la de las partículas en suspensión que el tráfico rodado provocaría en una zona tremendamente contaminada». Una línea, la de la formación ‘morada’, muy próxima a la expresada por Izquierda Unida; como hiciese Javier Suárez Llana unas horas antes, Olaya Suárez puso el foco en que «el problema no es ‘el impacto visual'», en referencia a la principal ventaja del vial en trinchera esgrimida por el Gobierno de la nación. «Esto lo sabe cualquiera que haya dedicado dos minutos a analizar el problema y escuchar a los vecinos; que hablen en estos términos demuestra que el Ministerio no ha entendido nada, ni lo quiere entender», continuaba la edil de Podemos. Y concluía lanzando una advertencia: a expensas del resultado de la reunión que, se espera, tendrá lugar en septiembre, y en la que se confía en conocer los detalles, «si los vecinos plantean movilizaciones, las apoyaremos».